La exposición laboral a tóxicos afecta a la memoria

Un estudio revela que las personas expuestas de forma prolongada a disolventes clorados y los derivados del petróleo y el benceno en su trabajo pueden sufrir un deterioro cognitivo, incluso años después de la exposición.
La exposición laboral a tóxicos afecta a la memoria

Personas trabajando con sustancias tóxicas

Un nuevo estudio que se acaba de publicar en Neurology revela que las personas expuesta de forma prolongada a determinados tóxicos como la pintura, el pegamento o humos desengrasantes en su puesto de trabajo pueden sufrir, décadas después de dicha exposición, un deterioro cognitivo que se manifiesta como trastornos de la memoria y del pensamiento.

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La investigación se centró en la exposición laboral a disolventes clorados y los derivados del petróleo y el benceno, algo que según ha explicado Erika L. Sabbath, de la Escuela de Salud Pública de Harvard de Boston (EE.UU.) y autora del estudio, es muy frecuente, incluso en el caso de los países industrializados, y que supone un riesgo importante para la salud cognitiva de los trabajadores.

Las personas que habían tenido una alta exposición al benceno, a los disolventes clorados, o a los derivados del petróleo en los últimos de 12 a 30 años mostraban un deterioro en casi todas las áreas de memoria y pensamiento

Estos productos se encuentran presentes en muchas actividades industriales, ya que el benceno, por ejemplo, se emplea en la fabricación de plásticos, tintes, caucho y detergentes, entre otros, mientras que los productos de limpieza en seco, limpieza de motores, los desengrasantes y los decapantes contienen disolventes clorados, y los disolventes derivados del petróleo se usan para elaborar goma de alfombras, pintura, ceras para muebles y diluyentes de pintura y barniz.

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En la investigación participaron un total de 2.143 personas jubiladas de la empresa de servicio público nacional francesa, que realizaron ocho pruebas de memoria y habilidades de pensamiento, unos diez años después de la jubilación.

Los resultados de las pruebas mostraron que las personas que habían tenido una alta exposición a alguno de los productos mencionados en los últimos de 12 a 30 años mostraban un deterioro en casi todas las áreas de memoria y pensamiento. Además, y como ha señalado Sabbath, también se detectaron ciertos trastornos cognitivos en aquellos que habían sido sometidos a una alta exposición hacía mucho tiempo, incluso 50 años antes de las pruebas, lo que indica que el efecto de dicha exposición no desaparece con el tiempo.

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La experta concluye que además de proteger la salud cognitiva de los trabajadores limitando su exposición a disolventes en su lugar de trabajo, se debería someter a las personas que ya se han jubilado a análisis periódicos para detectar precozmente posibles problemas y tratarlos adecuadamente.

Actualizado: 31 de julio de 2017

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