Diabetes insípida
Hay otra diabetes menos conocida y menos frecuente, la diabetes insípida, que se caracteriza por micciones abundantes y el aumento de la sensación de sed asociado a la ingesta de grandes volúmenes de líquido.

Tratamiento de la diabetes insípida

Por: Ana Moreno Cerro

Doctora de Medicina y especialista en Inmunología

Actualizado: 21 de septiembre de 2022

El tratamiento de la diabetes insípida central es la administración de desmopresina, un análogo sintético de la vasopresina. Se administra por vía subcutánea para el control inicial de la enfermedad y en pacientes inconscientes; después, en general, se administra por vía intranasal, con dosis que el paciente ajusta dependiendo de lo que orina. También se puede administrar por vía oral.

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El riesgo principal del tratamiento con desmopresina es que se administre una dosis superior a la necesaria, lo que produce hiponatremia (concentraciones bajas de sodio en la sangre). Como estos pacientes pueden sufrir una deshidratación rápida y grave, es conveniente que lleven un documento o placa que indique su enfermedad y tratamiento.

En los casos de diabetes insípida central que puedan ser reversibles (como se ha mencionado antes, esto podría suceder en algunos casos de traumatismo craneoencefálico, o tras una manipulación quirúrgica cerca del área hipotálamo-hipofisaria), habrá que controlar si se empieza a producir vasopresina de nuevo, en cuyo caso se deberá suspender el tratamiento con desmopresina.

El tratamiento general de la diabetes insípida nefrogénica es la restricción de líquidos y la administración de tiacidas, diuréticos que tienen un efecto paradójico en la diabetes insípida, ya que reducen el volumen de la orina y consiguen concentrarla más. Por otra parte, la diabetes insípida nefrogénica requiere un abordaje nefrológico complejo (podría requerir diálisis u otro tratamiento), tanto si se trata de una intoxicación como si es una insuficiencia renal de otro tipo.

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