Difteria
A principios del siglo XX la difteria era la décima causa de muerte en el mundo, pero la vacuna ha reducido su incidencia significativamente. Conoce cómo se contagia, y su prevención y tratamiento.

Causas de la difteria

Causas de la difteria. Cómo se contagia

La bacteria 'Corynebacterium diphtheriae' infecta el aparato respiratorio, y se multiplica sobre las mucosas de nariz y garganta.

Por: Dr. Miguel Vacas Córdoba

Especialista en Medicina Interna del Hospital Universitario Príncipe de Asturias

Actualizado: 22 de septiembre de 2022

La difteria es una enfermedad causada por la bacteria Corynebacterium diphtheriae, que infecta la zona alta del aparato respiratorio y se multiplica sobre las mucosas de la nariz y la garganta. Menos frecuentemente puede afectar a otras zonas como la piel, las conjuntivas o los órganos genitales.

El ser humano es el único reservorio conocido, es decir, es la única fuente de infección a partir de la cual la bacteria se transmite a otras personas (por tanto solo es posible el contagio entre seres humanos). Son potencialmente contagiosos tanto los enfermos de difteria como los portadores asintomáticos (personas aparentemente sanas que no presentan síntomas, pero que están infectadas por el agente infeccioso, por lo que pueden ser fuente de contagio). Una persona infectada puede transmitir la enfermedad hasta dos semanas después de haberse contagiado, aunque este tiempo se puede prolongar hasta cuatro semanas o más en algunos casos. Si reciben un tratamiento antibiótico adecuado el período de transmisibilidad se reduce a uno o dos días.

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La bacteria causa de la difteria se transmite principalmente por vía respiratoria, de manera que cuando una persona infectada tose, estornuda o habla, libera pequeñas gotas microscópicas, que se propagan por el aire, y que pueden ser inhaladas por las personas que se encuentran próximas, infectándolas. Por ello, el hacinamiento y la mala higiene son factores de riesgo que aumentan la probabilidad de contagio de la enfermedad.

Otra vía de transmisión mucho menos frecuente es a través de objetos contaminados por secreciones de personas infectadas (cepillos de dientes, vasos, etcétera), ya que el microorganismo puede sobrevivir varias horas en el medio ambiente. No obstante, esta vía de transmisión es mucho menos relevante a nivel epidemiológico.

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