Dolor testicular: causas, síntomas y tratamientos

El dolor testicular puede tener diversas causas, desde lesiones menores hasta problemas graves como la torsión testicular que requieran atención médica inmediata. Te explicamos cómo identificar los signos de alarma para prevenir complicaciones.
Un varón con dolor testicular
Eva Salabert

Por: Eva Salabert

Periodista experta en salud

Actualizado: 12 de septiembre de 2024

Qué es el dolor testicular

El dolor testicular es una sensación de malestar o dolor que se localiza en uno o ambos testículos y que puede variar en intensidad: desde un dolor sordo y leve, hasta un dolor agudo y severo. También puede ser constante o intermitente, y puede irradiarse hacia otras áreas, como el abdomen, la ingle o la parte baja de la espalda.

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Como explica a Webconsultas el Dr. Daniel González Padilla, especialista en Urología en la Clínica Universidad de Navarra: “El dolor testicular es una molestia común y un motivo de consulta bastante frecuente en las consultas de urología que puede tener diversas causas, algunas benignas, y otras que requieren atención médica inmediata”.

Causas más comunes del dolor testicular

El dolor testicular, especialmente si es súbito, intenso o persistente, debe ser evaluado por un médico de inmediato, ya que algunas de sus causas, como la torsión testicular, requieren tratamiento urgente para prevenir complicaciones graves. El dolor testicular puede ser causado por diferentes factores, entre los que se encuentran:

Trauma

Un golpe o lesión directa en los testículos pueden causar dolor intenso y, en algunos casos, dañar los tejidos testiculares.

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Infecciones

El dolor testicular causado por infecciones suele estar relacionado con condiciones como la epididimitis (inflamación del epidídimo, una estructura en la parte posterior del testículo) y la orquitis (inflamación de uno o ambos testículos), y generalmente están relacionadas con infecciones bacterianas o virales, como las infecciones de transmisión sexual (ITS)

Torsión testicular

Una emergencia médica en la que el testículo se tuerce sobre sí mismo y gira sobre el cordón espermático, lo que corta el flujo sanguíneo hacia el testículo y causa dolor agudo. Esto requiere atención inmediata y el dolor suele ser muy intenso.

Varicocele

El varicocele se caracteriza por una dilatación anormal de las venas del cordón espermático, dentro del escroto, similar a las venas varicosas en las piernas, que puede causar dolor crónico, habitualmente en el testículo izquierdo, y que se manifiesta sobre todo al permanecer mucho tiempo de pie o durante la actividad física intensa. También puede asociarse con problemas de fertilidad.

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Hidrocele

El hidrocele es una acumulación de líquido alrededor del testículo que por lo general afecta a los recién nacidos y suele desaparecer de forma espontánea antes de que cumplan un año, pero que también puede aparecer en niños mayores y hombres. Generalmente, no es doloroso, pero si el hidrocele es grande, puede causar malestar o una sensación de pesadez en el escroto.

 

Hernia inguinal

Ocurre cuando parte del intestino se desplaza a través de un punto débil en la pared abdominal y entra en el escroto, lo que puede causar dolor en la ingle y el testículo.

Cálculos renales

Aunque no están en los testículos, los cálculos en el tracto urinario (en la parte más baja del uréter) pueden causar dolor que se irradia al área testicular.

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Cáncer de testículo

Aunque suele ser indoloro, algunos hombres con cáncer de testículo pueden presentar molestias o dolor en el testículo afectado a medida que avanza la enfermedad.

Un doctor examinando a un paciente con dolor testicular

Qué otros síntomas pueden acompañar al dolor testicular

El dolor testicular puede venir acompañado de otros síntomas, dependiendo de la causa subyacente. Estos pueden incluir:

  • Hinchazón o enrojecimiento del escroto.
  • Fiebre y escalofríos (indicativos de infección).
  • Náuseas o vómitos, especialmente en casos de torsión testicular.
  • Dolor al orinar o secreción del pene.
  • Masa palpable o bulto en el testículo.
  • Dolor que se irradia hacia la ingle o la parte baja del abdomen.

En qué casos consultar al médico por un dolor testicular

Si experimentas dolor en uno o ambos testículos, es importante estar atento a ciertos signos de alarma que podrían indicar la necesidad de consultar a un médico de inmediato para prevenir complicaciones graves. Es importante solicitar asistencia profesional si el dolor testicular tiene las siguientes características:

  • Es intenso y de inicio súbito (esto podría indicar torsión testicular, que debe tratarse rápidamente para evitar daños permanentes al testículo).
  • Se acompaña de fiebre, náuseas o vómitos. La fiebre indica que el cuerpo está luchando contra una infección, y si se acompaña de náuseas o vómitos puede estar relacionado con una torsión testicular u otra condición aguda que requiere atención inmediata.
  • Persiste durante varios días o empeora progresivamente.
  • Se asocia con un bulto o hinchazón en el testículo. La hinchazón puede estar relacionada con infecciones, varicocele, hidrocele o torsión testicular.
  • Surge después de un golpe o una lesión y no mejora con el tiempo.
  • Ocurre junto con síntomas urinarios, como sensación de ardor al orinar, secreción o presencia de sangre en la orina, que pueden indicar una infección del tracto urinario, cálculos renales o problemas más serios que necesitan ser tratados.
  • Cambios en el color o la textura de la piel. Si notas cambios en el color de la piel del escroto (enrojecimiento, decoloración), o si la piel se siente inusualmente caliente o tensa, estos podrían ser signos de infección o inflamación que deben ser evaluados.
  • Presencia de un bulto o masa. Si descubres un bulto o masa en el testículo durante un autoexamen, es importante consultar a un médico para descartar condiciones como el cáncer testicular, que puede ser tratable si se detecta a tiempo.
  • Dolor que se irradia al abdomen, la ingle o la espalda. El dolor testicular que se extiende hacia el abdomen, la ingle o la parte baja de la espalda puede estar relacionado con problemas como una hernia inguinal o cálculos renales, que en ambos casos requieren atención médica.
Diagnóstico del dolor testicular

Diagnóstico del dolor testicular

Como nos explica el Dr. Daniel González Padilla, el diagnóstico del dolor testicular puede implicar varias pruebas, en función de la historia clínica del paciente y los hallazgos físicos:

  • Exploración física: el médico palpará los testículos y el abdomen para identificar masas, hinchazón o sensibilidad.
  • Ecografía testicular: es la prueba de imagen más común y útil para detectar torsión testicular, quistes, tumores, varicocele o hidrocele.
  • Análisis de orina: para detectar infecciones urinarias o enfermedades de transmisión sexual.
  • Análisis de sangre: para evaluar signos de infección o inflamación (en casos puntuales).
  • Pruebas de imagen adicionales: como una tomografía computarizada (TC) si se sospecha una hernia o cálculos renales.

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Cómo se trata el dolor testicular

El tratamiento del dolor testicular depende de su causa tal y como indica el urólogo, por lo que tras la valoración del médico y las pruebas diagnósticas que confirmen su origen se procede a administrar el tratamiento más adecuado en cada caso.

Torsión testicular

La torsión testicular es una urgencia urológica, y el tratamiento debe ser inmediato, generalmente en un margen de 4-6 horas para evitar daños permanentes. Se puede optar por dos enfoques, por un lado, si el diagnóstico se realiza rápidamente, se puede intentar una detorsión manual en la consulta o en urgencias. Esto implica rotar suavemente el testículo en sentido antihorario (desde la perspectiva del médico frente al paciente). Sin embargo, esta maniobra no siempre es exitosa y no garantiza la corrección completa. Y por otro, la realización de una cirugía de emergencia para detorsionar el testículo y restaurar el flujo sanguíneo. En esta operación se realiza una detorsión del testículo afectado y, para prevenir una torsión futura, se fija el testículo a la pared del escroto (orquiopexia).

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Si la torsión se trata dentro de las primeras 4 a 6 horas, las probabilidades de salvar el testículo son altas (alrededor del 90-100%). Después de 12 horas, la viabilidad del testículo disminuye drásticamente. Si se pasa mucho tiempo sin tratamiento, puede ser necesaria una orquiectomía (extirpación del testículo) debido a necrosis.

Infecciones

Se tratan con antibióticos, y en algunos casos con antiinflamatorios y analgésicos, según el origen de la infección. 

Si la causa es bacteriana, el tratamiento principal es un antibiótico, que dependerá de la bacteria responsable, lo cual se determina por los análisis de orina o secreción. En pacientes jóvenes sexualmente activos, una causa común de epididimitis es una ITS, como clamidia o gonorrea. Los antibióticos recomendados pueden incluir doxiciclina y ceftriaxona. En hombres mayores, la epididimitis suele estar relacionada con infecciones del tracto urinario, y antibióticos como ciprofloxacino o levofloxacino pueden ser apropiados. El tratamiento antibiótico suele durar de 7 a 14 días, dependiendo de la severidad de la infección.

Medicamentos como ibuprofeno o naproxeno ayudan a reducir el dolor y la inflamación. Mientras que si el dolor es intenso, pueden administrarse analgésicos más fuertes, aunque esto es menos común.

Se recomienda descansar para evitar que el dolor empeore. La actividad física puede empeorar la inflamación. También pueden usarse suspensorios escrotales o ropa interior ajustada puede ayudar a reducir el dolor al mantener el escroto en una posición elevada, disminuyendo la presión sobre los testículos.

Por otro lado, en las primeras 48 horas, las compresas frías pueden reducir la hinchazón y el dolor. Después de 48 horas, el calor suave puede ayudar a relajar los músculos y aliviar el malestar.

Si la infección está causada por virus, como el virus de las paperas, el tratamiento suele ser sintomático (reposo, antiinflamatorios, y manejo del dolor) ya que los antibióticos no son efectivos contra virus.

 

 

Varicocele 

Si el dolor es leve puede optarse por un tratamiento del varicocele conservador. Para ello se utilizan antiinflamatorios no esteroides (AINEs) como ibuprofeno o naproxeno para aliviar el dolor. Estos medicamentos ayudan a reducir la inflamación en las venas afectadas.
Usar ropa interior ajustada o suspensorios escrotales ayuda a mantener el escroto elevado y reduce la presión sobre las venas dilatadas, aliviando el dolor. Evitar estar de pie durante largos periodos o actividades físicas intensas que empeoren los síntomas.

Si el dolor no mejora con el tratamiento conservador o si el varicocele causa problemas de fertilidad, puede ser necesaria una cirugía para corregir el problema. El éxito del tratamiento quirúrgico es alto, y la mayoría de los pacientes experimentan alivio del dolor y mejoría en los parámetros de fertilidad si es necesario. Para ello hay dos enfoques quirúrgicos comunes:

  • Varicocelectomía: es el procedimiento quirúrgico más común. Implica la ligadura de las venas afectadas para desviar el flujo sanguíneo hacia venas normales. Se puede realizar mediante una incisión abierta o de manera laparoscópica.
  • Embolización percutánea: es una opción menos invasiva, en la que se coloca un pequeño catéter en una vena para obstruir las venas anómalas y prevenir la acumulación de sangre en el varicocele.

Hidrocele 

En la mayoría de los casos, los hidroceles pequeños y asintomáticos no requieren tratamiento, ya que a menudo no causan dolor significativo. Si el hidrocele no está causando molestias o complicaciones, se puede optar por un enfoque de "esperar y observar", sobre todo si es pequeño.

Si el hidrocele es grande y causa molestias o interfiere con la vida diaria, se puede realizar una cirugía para eliminar el líquido acumulado. En este caso, la hidrocelectomía es el tratamiento definitivo para un hidrocele. Implica hacer una pequeña incisión en el escroto para drenar el líquido y reparar la bolsa de líquido (túnica vaginal). Es un procedimiento ambulatorio, y los pacientes suelen recuperarse rápidamente. En algunos casos, se puede drenar el líquido del hidrocele mediante una aguja (aspiración). Sin embargo, esta técnica tiene una alta tasa de recurrencia, por lo que no suele ser una solución definitiva.

Al igual que con el varicocele, se pueden utilizar AINEs para controlar el dolor o la incomodidad asociados al hidrocele, especialmente mientras se espera una cirugía. La ropa interior de soporte también puede ser útil para reducir la sensación de pesadez en el escroto.

Dolor postraumático

El tratamiento del dolor testicular tras un golpe o lesión se centra en aliviar el dolor, reducir la inflamación y prevenir complicaciones. Para ello, en un primer momento, si el traumatismo es leve, puede optarse por guardar reposo, la toma de analgésicos como ibuprofeno o naproxeno y aplicar compresas frías o hielo en la zona afectada durante los primeros 20 minutos después del traumatismo. El hielo debe envolverse en una tela o toalla para evitar el contacto directo con la piel y reducir el riesgo de quemaduras por frío. Se puede aplicar durante 15-20 minutos cada hora en las primeras 24 a 48 horas. Por otro lado, usar ropa interior ajustada o suspensorios escrotales ayuda a reducir el movimiento del testículo y, por lo tanto, el dolor. Mantener el escroto elevado también disminuye la presión y favorece la recuperación.

Si el golpe ha causado una lesión más grave, como un hematoma escrotal (acumulación de sangre) o una fractura testicular (rotura del tejido testicular), puede ser necesario un tratamiento más avanzado. Si hay un hematoma grande, puede requerirse drenaje quirúrgico para aliviar el dolor y evitar la formación de cicatrices o daño a largo plazo. En casos de fractura testicular, es posible que se necesite una reparación quirúrgica de emergencia. Esta es una condición grave que puede comprometer la viabilidad del testículo si no se trata rápidamente.

Cáncer de testículo

El tratamiento estándar para el cáncer de testículo depende del tipo de tumor (seminoma o no seminoma), el estadio del cáncer, y otros factores individuales como la salud general del paciente. El cáncer de testículo es altamente tratable y tiene un pronóstico excelente, especialmente si se detecta en etapas tempranas. Incluye cirugía, radioterapia dirigida a los ganglios linfáticos retroperitoneales para reducir el riesgo de recurrencia, quimioterapia, o una combinación, dependiendo del estadio. El tratamiento inicial y estándar para todos los tipos y etapas de cáncer de testículo es la orquiectomía inguinal radical, que consiste en la extirpación del testículo afectado a través de una incisión en la ingle.  

Además, dado que el cáncer de testículo y su tratamiento (especialmente la quimioterapia y la radioterapia) pueden afectar la fertilidad, a menudo se recomienda que los pacientes consideren la criopreservación de esperma antes de comenzar el tratamiento. Esto es particularmente importante en pacientes que desean tener hijos en el futuro. 

Un hombre examinando sus testículos como prevención

Prevención del dolor testicular

Prevenir el dolor testicular implica adoptar ciertas prácticas y hábitos que pueden reducir el riesgo de padecer cualquiera de las condiciones que lo causan. Algunos consejos para reducir el riesgo de dolor testicular incluyen:

  • Usar protectores: si se practican deportes de contacto, usar protectores genitales para evitar traumatismos.
  • Higiene adecuada: mantener una buena higiene genital para prevenir infecciones que pueden afectar a los testículos y la región inguinal.
  • Practicar sexo seguro: usar preservativos para reducir el riesgo de contraer infecciones de transmisión sexual (ITS), que son una causa común de dolor testicular (como en la epididimitis).
  • Autoexamen testicular: realizar autoexámenes mensuales para detectar bultos o cambios en los testículos, generalmente durante la ducha, una vez al mes, ayudará a identificar problemas precozmente, incluyendo cáncer testicular.
  • Atención rápida a los síntomas: consultar al médico ante cualquier dolor o molestia en los testículos para un diagnóstico y tratamiento oportuno. La detección temprana de problemas como infecciones o torsión testicular puede evitar complicaciones mayores.
  • Control de peso y actividad física: mantener un peso saludable, ya que el sobrepeso puede aumentar el riesgo de desarrollar varicocele, lo que a su vez puede causar dolor testicular. Mantenerse físicamente activo y evitar el sedentarismo es beneficioso. Sin embargo, conviene evitar ejercicios que impliquen un esfuerzo excesivo o trauma repetitivo en la región genital.
  • Cuidado con el vestuario: usar ropa interior que brinde un soporte adecuado sin ser demasiado ajustada puede ayudar a prevenir molestias testiculares, especialmente durante actividades físicas.
  • Vacuna contra las paperas: la vacuna triple vírica protege contra el sarampión, las paperas y la rubéola y vacunarse contra las paperas es importante porque esta enfermedad puede causar orquitis, una dolorosa inflamación de los testículos.
  • Control y manejo del estrés: el estrés puede exacerbar condiciones que causan dolor referido, como los cálculos renales o problemas lumbares que pueden irradiar dolor a los testículos. Técnicas de manejo del estrés como la meditación, el yoga o la actividad física regular pueden ser útiles.
  • Evitar levantar objetos pesados de forma incorrecta: es importante adoptar técnicas adecuadas para levantar objetos pesados, ya que hacerlo de manera incorrecta puede aumentar la presión abdominal, lo que a su vez podría conducir a una hernia inguinal, una condición que puede causar dolor testicular.

Creado: 30 de agosto de 2024

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