El brote de ébola aumenta el riesgo de hambruna

El brote de ébola en África está teniendo también graves consecuencias sobre la agricultura de los países más afectados –Liberia, Sierra Leona y Guinea– debido a las limitaciones sobre la movilidad de la población por el establecimiento de zonas en cuarentena, y a la escasez de trabajadores por la huida de muchas familias. Esta situación ha reducido el acceso a los alimentos, que además se han encarecido significativamente, por lo que la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ha alertado del peligro de hambruna.

En breve comenzará la temporada de las cosechas de arroz y maíz, y Bukar Tijani, responsable de la FAO en África ha afirmado que faltan trabajadores, lo que añadido a las limitaciones en el transporte y comercio de los alimentos, puede incrementar la inseguridad alimenticia durante los próximos meses.

La escasez de trabajadores en las cosechas, junto a las limitaciones en el transporte y comercio de los alimentos, puede aumentar la inseguridad alimenticia en los países afectados por el ébola

La epidemia de ébola ha sido comparada por Jan Eliasson, vicesecretario general de la ONU, con el tsunami que se produjo en el océano índico en 2004 o el terremoto que devastó Haití en 2010. Según este experto, estamos ante una de las crisis de salud más graves a las que la ONU se ha enfrentado jamás, y que supone una prueba para evaluar las infraestructuras de los países afectados y la solidaridad internacional.

Se estima que 3.500 personas se han infectado con el virus, y alrededor de 1.500 han muerto desde el comienzo del brote –considerado el más grande, grave y complejo desde que se conoció la existencia de la enfermedad– y, en opinión de la organización Médicos Sin Fronteras (MSF), el mundo ha reaccionado demasiado tarde y muy lentamente, y es imprescindible que todos los países que tienen la capacidad de responder frente una epidemia de estas características envíen inmediatamente expertos y material a las regiones afectadas.