Muere el sacerdote español contagiado de ébola

El padre Miguel Pajares, contagiado de ébola en Liberia, ha fallecido esta mañana como consecuencia de las complicaciones provocadas por la infección, a pesar de haber recibido el tratamiento experimental ZMapp.
Fallece por ébola el padre Miguel Pajares
El sacerdote español Miguel Pajares Fuente: Twitter de RTVE

12 de agosto de 2014- En la mañana del martes se ha comunicado que el padre Miguel Pajares, el sacerdote español contagiado por el virus Ébola-Zaire, ha fallecido tras varios días de hospitalización en el Carlos III de Madrid, donde había sido trasladado el pasado 7 de agosto en un Airbus medicalizado desde Liberia.

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El sacerdote toledano, de la Orden de san Juan Dios, había sido contagiado tras estar en contacto con el director del hospital San José de Monrovia donde trabajaba, que había dado un falso positivo, de ahí que el religioso hubiera relajado las medidas preventivas de seguridad. Los partes de los últimos días indicaban que el paciente español estaba estable, no obstante, en la pasada madrugada su estado empeoró debido a complicaciones derivadas de esta enfermedad y ha muerto tras sufrir una parada respiratoria.

Esta variante del virus, que está causando una alerta mundial y que se encuentra descontrolado en África occidental, es de las más letales que existen, cuya mortalidad oscila entre el 50 y el 90% de los afectados. Normalmente, tras la fiebre, las hemorragias y un estado de debilidad general del paciente, el cuadro acaba derivando en el fallo de múltiples órganos y un shock que acaba con la vida del mismo.

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Pajares, así como otros dos norteamericanos afectados por el virus del Ébola, el médico Kent Brantly y la cooperante Nancy Writebol, había recibido el tratamiento experimental conocido como ZMapp, después de que la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) lo autorizara de urgencia ante el alto riesgo de muerte del padre, a pesar de que el medicamento se encuentra aún en la fase I de estudio y no había sido probado en humanos, con los riesgos que eso conlleva. A diferencia de los otros dos afectados que están recibiendo el suero, y que parecen mejorar, a Miguel Pajares le habrían administrado el tratamiento en pruebas cuando ya lleva dos semanas contagiado y la infección estaba más extendida que en los otros pacientes. Además, el religioso español padecía una enfermedad previa, lo que podría provocar que su organismo no haya tenido la misma capacidad para generar anticuerpos para defenderse del virus, ya que sus defensas estaban al mínimo debido a que había padecido tifus, le fallaba el riñón y sufría problemas cardiacos.

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Tal y como manda el protocolo de seguridad en estos casos, el cuerpo del fallecido ha sido trasladado en un féretro sellado para posteriormente ser incinerado, ya que debido al avanzado estado de la infección y para evitar riesgos no se le puede realizar la autopsia al cadaver. 

Actualizado: 17 de abril de 2015

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