Tratamiento de un edema pulmonar

Lo más importante en el tratamiento de un edema pulmonar es detectar rápidamente las causas que han provocado su aparición, con el fin de corregirlas (tratamiento etiológico), porque también el pronóstico dependerá de dichas causas y del manejo de las mismas. Por supuesto, además de esto, para tratar el edema pulmonar en sí hay que evitar que disminuya la concentración de oxígeno en sangre (tratamiento de soporte), lo que se puede conseguir de la siguiente manera:

Tratamiento de soporte del edema pulmonar

• Oxígeno: se debe administrar oxígeno en mascarilla a todos los enfermos con edema agudo de pulmón. El flujo debe ser continuo y con una concentración de entre 60-90% de oxígeno en el aire inspirado.
• PEEP: es la presión positiva al final de la inspiración. Es un aparato que transmite una presión positiva hacia los pulmones, lo que permite distender los alveolos y favorecer el intercambio de oxígeno.
• Ventilación mecánica: sólo si las medidas anteriores no funcionan.

Otras opciones complementarias para tratar el edema pulmonar

Asimismo, en ocasiones algunos pacientes requerirán de la prescripción de algunos fármacos, como ciertos tipos de diuréticos, que puede ser de utilidad para reducir la presión ocasionada por un exceso de líquido en el corazón y los pulmones; así como fármacos para el control de la presión arterial;  e incluso morfina para aliviar la ansiedad y la falta de aire, pero que conlleva también efectos secundarios.

Si el edema pulmonar está ligado a alturas elevadas, hay que intentar descender de 300 a 1000 metros tan rápido como sea razonable hacerlo, dejar de lado la actividad física que se esté realizando y abrigarse correctamente para frenar los síntomas.