Diagnóstico de la enfermedad de Behçet
Actualizado: 22 de septiembre de 2022
No hay ninguna prueba de laboratorio ni radiológica, ni tampoco ningún estudio genético, que permita diagnosticar la enfermedad de Behçet con seguridad. Como en cualquier otra enfermedad, es importante realizar una historia clínica completa y una exploración física minuciosa. Además se realizarán análisis básicos, inmunológicos y serológicos sobre todo para descartar otras enfermedades que se puedan confundir con el Behçet. El seguimiento de la enfermedad lo suele realizar el reumatólogo o el internista, con la colaboración frecuente del oftalmólogo y otros especialistas.
El diagnóstico de la enfermedad de Behçet se realiza por una serie de criterios diagnósticos de consenso establecidos en 1990 por El Grupo Internacional de Estudio de la Enfermedad de Behçet. Son una serie de criterios de los cuales hay que tener presente el mayor y dos menores, sin que haya ninguna otra enfermedad ni explicación para la presencia de esos criterios o síntomas. En realidad, en el 2006 se ha propuesto una modificación de esta clasificación, pero todavía se usa de forma mayoritaria el consenso previo.
El criterio mayor que tienen que tener todos los pacientes diagnosticados de enfermedad de Behçet es la presencia de ulceración oral recurrente, con al menos tres episodios en un período de un año. Los criterios menores son:
El diagnóstico diferencial de la enfermedad de Behçet hay que realizarlo con otras enfermedades de tipo autoinmune o autoinflamatorio, como el síndrome de Reiter, o la enfermedad inflamatoria intestinal cuando tienen úlceras en genitales y boca. También se podría confundir la enfermedad de Behçet con otros cuadros de aftosis de boca y genitales o con las vasculitis pustulosas de otra causa.
Creado: 4 de marzo de 2016