Diagnóstico de la enfermedad de La Peyronie
Especialista en Medicina Interna del Hospital Universitario Príncipe de Asturias
Actualizado: 21 de septiembre de 2022
El diagnóstico de la enfermedad de La Peyronie es relativamente sencillo, y se realiza en la mayoría de los casos en base a la historia clínica y a la exploración física (incluidas la inspección y palpación del pene).
Se debe realizar una anamnesis detallada, en la que se recoja la edad del paciente, posibles factores de riesgo para padecer la enfermedad, y el tiempo de evolución de los síntomas. Hay que sospechar la enfermedad de La Peyronie cuando el paciente aqueje la tríada compuesta por aumento de la curvatura del pene, presencia de zonas induradas en éste y dolor con la erección. La existencia de otros trastornos asociados, como la enfermedad de Dupuytren (contractura de la fascia de la palma de la mano) o la enfermedad de Ledderhose (contractura de la fascia de la planta del pie) pueden servir de orientación para el diagnóstico.
En la consulta, el médico realizará una exploración física que incluya la inspección y palpación cuidadosa del pene. Además, en ocasiones también realizará la medición de la longitud y la curvatura de éste. La inspección y palpación del miembro viril es una parte fundamental del diagnóstico. El pene flácido es normal a la inspección en la mayoría de las ocasiones, siendo la palpación la que permite comprobar la existencia de una zona dura al tacto (placa fibrosa), que se encuentra en la cara dorsal del pene la mayoría de las veces. La existencia de placas en la cara lateral del pene o en su cara inferior es más rara pero, si existen, suelen causar mayores dificultades para mantener relaciones sexuales.
Dado lo embarazoso que puede resultar para el paciente provocarse una erección delante del médico, lo que se hace en ocasiones es solicitar al enfermo que tome fotos del pene erecto en su domicilio desde distintos ángulos, para posteriormente mostrárselas al facultativo. Sin embargo, se aconseja que la exploración sea realizada en la consulta médica para comprobar de primera mano la deformación que sufre el pene con la erección y para palpar el número, la extensión y la posición de las posibles placas de fibrosis. La erección del pene se puede conseguir de forma espontánea o mediante el uso de fármacos.
Si tras la historia clínica y la exploración física el diagnóstico no está del todo claro, se puede recurrir a pruebas de imagen como la ecografía, la radiografía simple o la resonancia magnética, las cuales permiten realizar un diagnóstico de forma más certera.
Creado: 31 de enero de 2014