La mayoría de los pacientes con enfermedad de Paget permanecen sin síntomas durante mucho tiempo, de tal forma que hasta en el 40-60% de los casos el diagnóstico de la enfermedad es un hallazgo casual que se produce al analizar una radiografía o una analítica de sangre solicitadas durante el estudio de otra enfermedad.
Los síntomas o signos más frecuentes de la enfermedad de Paget son los siguientes:
- Dolor óseo: es el síntoma más frecuente. Es un dolor constante, quemante, que no guarda relación con el movimiento.
- Dolor articular: las articulaciones más afectadas son la cadera, el hombro y la rodilla. Con el tiempo suele aparecer artrosis, que puede producir alteraciones de la movilidad.
- Afectación de la columna vertebral: en pacientes con enfermedad de Paget no es raro que exista cifosis (aumento excesivo de la curvatura normal de la columna vertebral), aplastamientos vertebrales (las vertebras “chocan” unas contra otras al destruirse el disco cartilaginoso que se encuentra entre ellas y que actúa a modo de almohadilla, produciéndose así dolor de espalda) o rigidez importante de la columna vertebral.
- Deformidades óseas: producidas por el peso que ejerce el cuerpo sobre las extremidades inferiores. Las más frecuentes son la tibia en sable y el fémur en cayado.
- Aumento del tamaño del cráneo (lo que se conoce en términos médicos como cráneo pagético).
- Dolor de cabeza.
- Aumento de la temperatura a nivel local: en los huesos superficiales, como la tibia o el cráneo, se puede apreciar un aumento de temperatura de la piel debido a un aumento de la red de vasos sanguíneos a ese nivel.