Enfermedad inflamatoria pélvica
La enfermedad inflamatoria pélvica, muy frecuente en la mujer en edad reproductiva, se asocia a infecciones que se adquieren por vía sexual y puede producir secuelas graves como dolor pélvico crónico e infertilidad.

Qué es la enfermedad inflamatoria pélvica

Por: Dr. Miguel Vacas Córdoba

Especialista en Medicina Interna del Hospital Universitario Príncipe de Asturias

Actualizado: 21 de septiembre de 2022

La enfermedad inflamatoria pélvica (EIP) es una enfermedad aguda que aparece por el ascenso de microorganismos desde la vagina o el cuello del útero hasta el endometrio, las trompas uterinas, y otras estructuras próximas (ovarios, peritoneo y cavidad pelviana), causando la infección e inflamación de éstas. Generalmente la EIP es consecuencia de una infección que asciende a través del cuello uterino (la inflamación de éste o cervicitis está causada casi siempre por una infección que se adquiere durante la actividad sexual).

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La vagina normal está colonizada por microorganismos como lactobacilos y pequeñas cantidades de otras numerosas bacterias, mientras que la cavidad uterina y las trompas permanecen sin gérmenes. En la gran mayoría de los casos, la transmisión sexual es el mecanismo habitual de transporte de gérmenes al tracto genital superior (endometrio, trompas, ovarios). Así, los gérmenes, fundamentalmente gonococos o clamidias, pueden llegar hasta el endometrio (que es la mucosa que recubre internamente el útero), produciendo la inflamación de éste y, posteriormente, de otras regiones del aparato genital. En ausencia de relaciones sexuales, los gérmenes también pueden acabar llegando al endometrio, aunque es muy raro.

El pronóstico de la enfermedad inflamatoria pélvica (EIP) suele ser bueno si se inicia tratamiento con antibióticos de forma rápida. Sin embargo, las mujeres que experimentan un episodio de enfermedad inflamatoria pélvica aguda (EIP) tienen riesgo de desarrollar secuelas importantes. Éstas aparecen en un 25% de los casos y destacan: el síndrome adherencial, que produce dolor pélvico, la esterilidad (incapacidad para llevar a término un embarazo) y el embarazo ectópico (embarazo que ocurre fuera de la matriz o útero), que es entre 4 y 7 veces más frecuente en mujeres que hayan sufrido EIP. Se estima que la EIP es causa del 30% de las infertilidades (imposibilidad para concebir), del 50% de los embarazos ectópicos, y de la mayoría de los casos de dolor pélvico. Estas secuelas conllevan, por otra parte, que muchas mujeres requieran ser sometidas a cirugía, con sus riesgos añadidos.

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Enfermedad inflamatoria pélvica, síntomas

Las mujeres que han sufrido un episodio de enfermedad inflamatoria pélvica tienen predisposición a recurrencias, y tras un primer episodio hay un 25% de posibilidades de padecer otro. Las recidivas o recaídas de la enfermedad aparecen en un 5% de los casos, generalmente por tratamiento inadecuado o por el fracaso del mismo.

La mortalidad hoy en día es muy baja y sólo ocurre en casos abandonados, por extensión de la infección, peritonitis generalizada, sepsis o shock.

Epidemiología y factores de riesgo de la enfermedad inflamatoria pélvica

Se calcula que la enfermedad inflamatoria pélvica (EIP) afecta cada año al 1-2% de las mujeres sexualmente activas, y algunas estimaciones apuntan a que entre el 10 y el 15% de las mujeres en edad reproductiva han tenido un episodio de EIP.

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Hay muchas variables que influyen en el riesgo de contraer la enfermedad, pero los factores de riesgo más importantes para desarrollar una EIP son:

  • Edad inferior a 25-30 años.
  • Conducta sexual: promiscuidad sexual, alto número de compañeros en los 30 días previos, infección del compañero.
  • Infección actual: gonorrea, clamidia, vaginosis (infección leve en la vagina provocada por determinados tipos de bacterias).
  • No emplear métodos de barrera al mantener relaciones sexuales.
  • Historia previa de EIP.
  • Utilización de DIU (dispositivos intrauterinos): solo se asocia con la EIP en los tres meses posteriores a su colocación, debido a la manipulación que conlleva.
  • Cirugía sobre el cuello del útero u otros procedimientos médicos invasivos.

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Otros posibles factores de riesgo, aunque no existe tanta evidencia sobre su relación con la EIP son: vivir en un medio urbano, situación socioeconómica baja, bajo nivel cultural, estado civil (mujeres solteras, divorciadas o separadas), primer coito muy joven, o alta frecuencia de coitos.

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