Escleritis
La escleritis es la inflamación de la esclera o ‘blanco del ojo’, y se manifiesta con dolor y enrojecimiento ocular. Se asocia a varias patologías e infecciones, y si no se detecta y trata a tiempo puede causar ceguera.

Diagnóstico de la escleritis

Por: Dra. Sari Arponen

Doctora en Medicina, especialista en Medicina Interna y experta en microbiota

Actualizado: 21 de septiembre de 2022

Cuando una persona tiene dolor ocular intenso y ojo rojo, necesita de una valoración oftalmológica urgente. El oftalmólogo realizará una examinación ocular completa con lámpara de hendidura. Observará edema de la esclera y dilatación de los vasos profundos de la epiesclera. Cada tipo de escleritis tiene unos hallazgos diferenciados que permitirán al especialista determinar cuál sufre el paciente. La escleritis posterior es un poco más difícil de detectar, y el ojo no está rojo. Se requiere de una oftalmoscopia completa para su diagnóstico.

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El oftalmólogo preguntará al paciente por los síntomas que tiene, cómo es el dolor, cuándo ha comenzado, si empeora con los movimientos de los ojos, y hacia dónde se va el dolor. Es importante saber cuánto tiempo de duración tienen los síntomas, aunque habitualmente será poco. Además, se comprobarán los antecedentes para ver si hay alguna enfermedad sistémica inflamatoria o infecciosa que sean causa de la escleritis.

La exploración con lámpara de hendidura y por oftalmoscopia se pueden complementar con otras pruebas. La ecografía del ojo puede detectar el engrosamiento de la esclera y evaluar también la parte posterior del globo ocular. La TC (tomografía axial computarizada) y la RMN (resonancia magnética nuclear) se podrían solicitar en las situaciones en las que se sospeche que hay enfermedad orbitaria adicional. La biopsia no suele ser necesaria salvo en raras ocasiones de duda diagnóstica, sobre todo si se sospecha de linfoma o sarcoidosis y no hay otras localizaciones anatómicas biopsiables.

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La exploración física general y las pruebas complementarias adicionales van dirigidas a detectar la enfermedad sistémica que se puede asociar a la escleritis. Se suele realizar una analítica de sangre completa y un análisis de orina. Además, se pueden solicitar marcadores de autoinmunidad o inflamación como el factor reumatoide, diversos autoanticuerpos como los ANA, los ANCA, o los antiCCP. A todos los pacientes hay que realizarles además una radiografía de tórax.

El diagnóstico diferencial de la escleritis es con todos los procesos que pueden provocar dolor ocular u ojo rojo, como la queratitis, la uveítis, la iritis, la conjuntivitis (que no duele)... Para ello, el oftalmólogo tendrá en cuenta si hay alteración de la visión, sensación de cuerpo extraño, o fotofobia. Además, es importante saber si ha habido un traumatismo sobre el ojo, y si la persona usa lentes de contacto. En cualquier caso, el oftalmólogo suele, con la exploración ocular, diagnosticar la escleritis sin dificultad.

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