Esófago de Barrett
El esófago de Barrett aparece como consecuencia del reflujo gastroesófagico, y su diagnóstico precoz es fundamental, pues puede evolucionar hacia cáncer de esófago. Conoce sus síntomas y tratamiento.

Síntomas del esófago de Barrett

Por: Dr. Miguel Vacas Córdoba

Especialista en Medicina Interna del Hospital Universitario Príncipe de Asturias

Actualizado: 22 de septiembre de 2022

No existe ningún síntoma específico asociado al esófago de Barrett, de tal forma que los síntomas por los que consultan inicialmente las personas que padecen esta enfermedad son los síntomas propios del reflujo gastroesofágico. De hecho, algunos pacientes pueden presentar esófago de Barrett sin referir ninguna molestia, lo que ocurre hasta en un tercio de los casos.

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Entre los síntomas más frecuentes destacan los siguientes:

  • Pirosis: es el síntoma más frecuente. Se define como una sensación de quemazón o ardor detrás del esternón, que es un hueso situado en la parte anterior del tórax. Es típico que el dolor se acentúe después de las comidas y cuando el paciente se coloca tumbado.
  • Regurgitación: consiste en expulsar por la boca, sin vomitarlo, un alimento no digerido y contenido en el esófago o el estómago.
  • Disfagia o dificultad para tragar.
  • Dolor torácico, siendo muchas veces difícil diferenciar este dolor del dolor producido por enfermedades del corazón.
  • Además de estos síntomas, que son los más típicos, el reflujo gastroesofágico se puede manifestar a través de otros síntomas menos frecuentes, como eructos, náuseas, hipo, dolor abdominal, o sensación de plenitud tras las comidas. En otras muchas ocasiones el reflujo gastroesofágico (y, por tanto, el esófago de Barrett) puede manifestarse a través de síntomas respiratorios y no digestivos, como molestias en la garganta, afonía, tos, o dificultar para respirar.

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Esófago de Barret, disfagia

Complicaciones del esófago de Barrett

A pesar de todos los síntomas descritos, la verdadera importancia clínica del esófago de Barrett radica en su carácter premaligno, ya que su presencia supone un mayor riesgo de desarrollar adenocarcinoma esofágico. Por ello, cuando se diagnostica un Barrett es necesario realizar, cada cierto tiempo, un seguimiento del paciente mediante la realización de endoscopias (la frecuencia con la que se realizan éstas depende de los hallazgos que se encuentren en dicha prueba).

Finalmente es importante destacar algunas otras complicaciones de esta enfermedad. El reflujo gastroesofágico asociado a esófago de Barrett puede producir, de forma relativamente frecuente, úlceras esofágicas (son más sangrantes que las úlceras situadas sobre una mucosa normal), estenosis (estrechamiento de la luz del esófago, que afecta sobre todo al tercio medio de éste, en la unión entre la mucosa normal y la metaplasia) o hemorragia digestiva

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