Las espondiloartritis son un conjunto de enfermedades reumáticas, que engloban patologías entre las que se encuentran como más representativas la espondilitis anquilosante o la artritis psoriásica, y que tienen una prevalencia de en torno al 1,2% de la población, lo que supone más de 550.000 afectados en toda España.

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Además, casi la mitad de los afectados con espondiloartritis sufre algún tipo de incapacidad laboral (bajas, incapacidades parciales e invalidez permanente), lo que equivale a unos 280.000 españoles, según una investigación dirigida por el Dr. José Luis Fernández Sueiro, médico adjunto del Servicio de Reumatología del Complejo Hospitalario Universitario A Coruña (CHUAC).

“Estos datos sugieren que estas patologías tienen un impacto grave en el trabajo, la capacidad física y calidad de vida de los pacientes”, ha explicado el especialista e investigador en el área de espondiloartritis del CHUAC durante la presentación del IV Simposio de Espondiloartritis de la Sociedad Española de Reumatología, que se celebra en Coruña.

Según el estudio realizado en el hospital gallego, y que incluyó a unos 300 afectados, el 46% de los participantes con espondilitis anquilosante (EA) presentaba algún tipo de incapacidad, mientras que este porcentaje era menor entre los pacientes con artritis psoriásica (28%). Sin embargo, y según ha detallado el experto, “haciendo un análisis ajustado por edad, sexo y tiempo de evolución de la enfermedad, la incapacidad es más o menos igual en las dos cohortes de pacientes -en torno al 50%- ya que la EA aparece en personas más jóvenes”.

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Las espondiloartritis afectan seriamente a la calidad de vida

Persona con una dolencia, empeorando su calidad de vida

Uno de los problemas fundamentales de estas patologías, a juicio del Dr. Fernández Sueiro, es que afectan fundamentalmente a personas jóvenes, debutando los primeros síntomas en torno a los 30 años, de media. Por tanto, influyen en personas en edad activa, perjudicando enormemente sus perspectivas de trabajo y provocando un gran impacto económico. “Sin embargo, la gran carga sociosanitaria se reduciría aumentando el conocimiento sobre la enfermedad, ya que se mejoraría la detección y abordaje tempranos de las dolencias y, por tanto, se conseguirían unas menores repercusiones”, sostiene.

Como ha explicado el Dr. Javier de Toro, jefe del Servicio de Reumatología del CHUAC, las espondiloartritis son enfermedades crónicas e inflamatorias que provocan daños en las articulaciones. Aunque actualmente se desconocen sus causas, se ha demostrado que la genética juega un papel importante en su aparición y que el ambiente (microorganismos, alimentación…) también puede influir.

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Dentro de este grupo de enfermedades, destaca la espondilitis anquilosante, una enfermedad inflamatoria crónica que afecta fundamentalmente a las articulaciones de la columna vertebral, que tienden a soldarse entre sí, provocando una limitación de la movilidad. Como resultado final se produce una pérdida de flexibilidad de la columna, que se queda rígida y fusionada. Es una enfermedad frecuente, sobre todo en la raza blanca (0.5-1% de la población), y que suele aparecer en varones entre los 20 y los 30 años de edad. En mujeres es menos frecuente y suele ser más leve.

La media del coste de la espondilitis anquilosante en España se ha estimado en unos 8.000 euros por paciente al año, cifra que podría aumentar en los casos de mala evolución o de enfermedad grave hasta los 75.000 euros. Además, estos afectados pierden unos 62 días de trabajo al año como consecuencia de los dolores.

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La artritis psoriásica, por su parte, es una enfermedad de las articulaciones que se presenta en algunos enfermos (aproximadamente un 10-20%) que padecen psoriasis en la piel, lo que le confiere unas características peculiares en cuanto a evolución y pronóstico. La lesión articular es inflamatoria, es decir, con dolor, hinchazón, calor, dificultad de movimiento de la articulación inflamada y, a la larga, posibilidad de deformación. Es una enfermedad crónica, que evoluciona irregularmente a lo largo de la vida, con épocas de inactividad y épocas de inflamación y dolor.

“Estas enfermedades, al igual que el resto de patologías músculo-esqueléticas, son crónicas y afectan gravemente a la capacidad de las personas para desarrollar sus actividades laborales y las habituales de su vida diaria, produciendo una notable disminución de su calidad de vida”, ha explicado el Dr. De Toro. Por todo ello, la depresión también acompaña frecuentemente a estos pacientes.

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Retraso en el diagnóstico

Fisioterapeuta dando un masaje

Las espondiloartritis comparten diversas manifestaciones clínicas y radiológicas. Son característicos los dolores en una u otra nalga que despiertan de madrugada y mejoran con el movimiento. Estos dolores suelen ir seguidos de otros en la espalda (empezando en la región lumbar y ascendiendo hacia la región dorsal) y la zona cervical a lo largo de los años, se acompañan de una gran rigidez y suelen progresar hacia la anquilosis vertebral.

Su evolución resulta impredecible y se estima que sólo uno de cada tres pacientes presentará anquilosis importante y complicaciones relevantes. Varios estudios indican que los diez primeros años son determinantes en la posterior progresión de la patología, por eso es imprescindible la instauración temprana de un tratamiento eficaz para suprimir el proceso inflamatorio, así como la adopción de hábitos de vida saludable (ejercicio físico, dieta sana, abandono del tabaco).

Los diez primeros años son determinantes en la posterior progresión de la patología, por eso es imprescindible la instauración temprana de un tratamiento eficaz para suprimir el proceso inflamatorio, así como la adopción de hábitos de vida saludable

Respecto a la detección, los afectados se ven sometidos a un diagnóstico tardío, aunque cada vez se conocen más este tipo de enfermedades y se utilizan mejores herramientas para su diagnóstico precoz. En concreto, en el caso de la espondilitis anquilosante esta demora puede situarse entre los 7 y 9 años; mientras que en el caso de la artritis psoriásica es de 2,5 años de media.

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“Entre los nuevos criterios diagnósticos, según el Dr. Fernández Sueiro, la resonancia magnética juega un papel clave porque permite detectar antes las articulaciones dañadas en pacientes con EA”.

En cuanto a los tratamientos para estas enfermedades, el Dr. De Toro ha señalado que pueden ser tanto farmacológicos como no farmacológicos, siendo estos últimos fundamentales para conseguir la mejora de los pacientes. En su opinión, “con los tratamientos actuales no se puede decir que estos pacientes se curan, pero con un diagnóstico temprano e implantación de la terapia en las fases iniciales se consigue minimizar el impacto de la enfermedad y conseguir un adecuado control de la misma. Por eso también es importante mejorar el conocimiento de los médicos de Atención Primaria para que sepan detectar los síntomas de las espondiloartritis”.

Fuente: Sociedad Española de Reumatología (SER)

Actualizado: 28 de agosto de 2017

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