Fibrilación auricular
La fibrilación auricular es un trastorno muy frecuente, en el que las aurículas del corazón no se contraen con normalidad. Conoce sus repercusiones, y cómo identificar y tratar este problema.

Tratamiento de la fibrilación auricular

Por: Dr. Pablo Rivas

Especialista en medicina interna

Actualizado: 22 de septiembre de 2022

El tratamiento de la fibrilación auricular incluye distintas áreas pra controlar la enfermedad de una forma efectiva:

Tratamiento de la enfermedad de base

Es clave tratar la enfermedad de base de la fibrilación para poder manejarla. Por ejemplo de un hipertiroidismo o de un tromboembolismo pulmonar.

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Control del ritmo cardiaco

En algunas ocasiones es posible aplicar un tratamiento para revertir el trastorno y que el corazón vuelva a latir con normalidad. En los pacientes en los que no hay una causa subyacente de la fibrilación auricular, o hay una causa controlable como el hipertiroidismo, se puede intentar revertir la arritmia, procedimiento que llamamos cardioversión. Para ello se pueden emplear dos estrategias:

  • La cardioversión farmacológica, que consiste en administrar un tratamiento con fármacos antiarrítmicos que pueden conseguir restablecer el ritmo cardiaco normal.
  • La cardioversión eléctrica, que consiste en la aplicación de una pequeña descarga eléctrica en el corazón por medio de unos electrodos aplicados el pecho. Este procedimiento es muy rápido y eficaz y por ello es el tratamiento de elección en caso de que la fibrilación auricular dé lugar a síntomas tan graves que pongan en peligro la vida del paciente.

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Previamente a la realización de una cardioversión, hay que asegurarse de que no hay trombos en las aurículas, pues el latido normal puede desprender estos trombos y provocar un infarto cerebral. La presencia de trombos es especialmente frecuente cuando la fibrilación auricular es crónica. Para asegurarse de que no hay trombos en las aurículas se puede administrar un tratamiento anticoagulante durante las semanas previas a la cardioversión. También se puede realizar una ecografía cardiaca para ver que no hay trombos en las aurículas. Para ello se suele realizar una ecografía transesofágica que permite ver perfectamente las aurículas del corazón a través una sonda introducida en el esófago.

Control del ritmo cardiaco

Cuando se ha conseguido eliminar la fibrilación auricular con una cardioversión se suele prescribir algún medicamento antiarrítmico para evitar que vuelva a aparecer. Además, se suele mantener un tratamiento anticoagulante durante al menos un mes tras la reaparición de un ritmo cardiaco normal.

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Control de la frecuencia cardiaca

Muchas veces no es posible realizar una cardioversión pues la fibrilación auricular está motivada por una patología cardiaca que no podemos controlar fácilmente. Por ejemplo, en algunas patologías de la válvulas cardiacas las aurículas se dilatan de forma irreversible provocando la fibrilación auricular. No merece la pena intentar revertir la arritmia, pues volvería a aparecer con total seguridad. En estos casos el tratamiento va dirigido a que la frecuencia cardiaca sea normal, es decir, se mantenga entre 60 y 80 latidos por minuto en reposo. Esto se consigue con medicamentos como la digoxina, el verapamil o el atenolol, entre otros.

Tratamiento para evitar la formación de trombos en el corazón

Esta medida es esencial para evitar complicaciones como el infarto cerebral producido por la migración al cerebro de un trombo en el corazón. Se suelen usar medicamentos anticoagulantes orales como el acenocumarol (Sintrom®) o la warfarina (Aldocumar®, Coumadin®). Estos medicamentos requieren controles periódicos de la coagulación de la sangre, pues existe el riesgo de que las dosis sean insuficientes y exista riego de trombos, o por el contrario, que la dosis sea excesiva y exista riesgo de hemorragias. Recientemente se han introducido en el mercado anticoagulantes con un mejor perfil de seguridad, como dabigatrán, apixabán o rivaroxabán,  que ejercen su efecto de una manera más segura y no necesitan controles periódicos de la coagulación.

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El médico establece la necesidad del tratamiento anticoagulante tras evaluar cuidadosamente el beneficio de este tratamiento frente al riesgo de que pueda producir hemorragias graves.

Otros tratamientos para la fibrilación auricular

En ocasiones es posible curar la fibrilación auricular eliminando los puntos que originan el trastorno eléctrico en las aurículas con un catéter de radiofrecuencia o a través de cirugía. Sin embargo, estas técnicas aún no están plenamente desarrolladas.

Finalmente, en raras ocasiones es necesaria la implantación de un marcapasos junto con medicamentos antiarrítmicos para controlar la fibrilación auricular.

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