El período de incubación –el tiempo que pasa desde que se produce la infección hasta que aparecen los síntomas de la fiebre del valle del Rift– es de dos a seis días de media. Hay personas que no llegan a desarrollar síntomas. Normalmente los síntomas de la forma leve de la fiebre del valle del Rift duran entre cuatro y siete días. En ese tiempo, el sistema inmune fabrica anticuerpos y el virus desaparece de la sangre.
Lo más frecuente es que se produzca una forma leve de la enfermedad, con un síndrome febril inespecífico que se parece a la gripe. En estos casos los síntomas son fiebre, dolores musculares y articulares y dolor de cabeza. En algunos pacientes puede haber rigidez de nuca, con vómitos y fotofobia (sensibilidad aumentada a la luz, sobre todo con dolor de cabeza que empeora), incluso sin que haya afectación cerebral grave.
Tipos de fiebre del valle del Rift
En menos del 10% de los pacientes puede haber una forma grave de la enfermedad, distinguiéndose tres tipos distintos de fiebre del valle del Rift grave:
- La afectación ocular en la que aparecen lesiones en la retina (casi siempre acompañadas de los síntomas generales pseudogripales) entre 1-3 semanas después de los síntomas iniciales. Los pacientes refieren ver peor o de forma borrosa. La mayoría de los pacientes se recuperan en 2-3 meses, aunque en casos de afectación macular habrá pérdida permanente de la capacidad visual en la mitad de los casos.
- La encefalitis o meningoencefalitis, que afecta a menos del 1% de los pacientes. Se produce una inflamación del cerebro entre una y cuatro semanas (a veces incluso dos meses) después de los primeros síntomas generales. El paciente tiene dolor de cabeza muy intenso, con alucinaciones, confusión, convulsiones, letargia, e incluso coma. A pesar de todo, la mortalidad de esta forma es baja, si bien es frecuente que haya secuelas neurológicas.
- La fiebre hemorrágica aparece en 2-4 días después del inicio de la enfermedad. Afortunadamente, afecta a menos del 1% de los infectados. Esta forma de la fiebre del valle del Rift tiene una mortalidad del 50% a los 3-6 días. Los síntomas consisten inicialmente en datos de fallo hepático con ictericia (coloración amarillenta de piel y mucosas). Después surgen los vómitos de sangre, las heces sanguinolentas, y el sangrado de encías, piel y nariz. También sangran los puntos de venopunción (donde se pincha para canalizar una vía o sacar sangre para una analítica).