Tratamiento y prevención de la galactorrea
Especialista en Medicina Interna del Hospital Universitario Príncipe de Asturias
Actualizado: 22 de septiembre de 2022
El tratamiento de la galactorrea depende de la causa del proceso. En algunos casos no se requiere tratamiento médico, y esta alteración puede desaparecer por sí misma de forma espontánea. Por ejemplo, los pacientes con galactorrea aislada y niveles normales de prolactina en la sangre no requieren habitualmente tratamiento, a no ser que la galactorrea sea muy molesta o asocien otras alteraciones como hipogonadismo u osteoporosis. En estos casos, hay que controlar los niveles de prolactina, realizando analíticas de sangre cada cierto tiempo.
En muchas ocasiones, la galactorrea se resuelve al tratar la causa que la provoca. Por ejemplo, si está producida por hipotiroidismo, la corrección de éste con la administración de hormona tiroidea se acompaña de la desaparición de la galactorrea. Lo mismo ocurre con el trasplante renal en el caso de la insuficiencia renal crónica. La eliminación de los fármacos que producen elevación de la prolactina en sangre, o la disminución de sus dosis, puede normalizar las concentraciones de dicha hormona. En aquellos casos en los que no se puede suspender la medicación pueden utilizarse fármacos como la bromocriptina.
Los pacientes que presentan hiperprolactinemia sin observarse en la resonancia magnética craneal la existencia de prolactinoma, tienen que realizarse analíticas periódicas para controlar los niveles de prolactina en sangre. Además, se recomienda la realización de una resonancia magnética craneal cada varios años, para confirmar que no se está desarrollando un tumor a nivel de la hipófisis.
En aquellos pacientes en los que la galactorrea supone una molestia muy importante, presentan otras alteraciones que empeoran su calidad de vida (osteoporosis, disminución de la libido, ausencia de menstruación, infertilidad…), o tienen un prolactinoma, es necesario administrar medicación para controlar la secreción de prolactina y sus consecuencias sobre el organismo.
Los fármacos más utilizados son los agonistas dopaminérgicos, como la bromocriptina o la cabergolina. Lo que hacen estas sustancias es aumentar la formación de dopamina, que es un neurotransmisor que inhibe la producción de prolactina, consiguiendo así disminuir sus niveles en sangre. Además de eliminar la galactorrea, producen una mejoría de los alteraciones asociadas y disminuyen el tamaño del tumor. Aunque estos fármacos son muy útiles, tienen efectos secundarios que pueden ser potencialmente graves.
En los pacientes en los que el tratamiento médico no es efectivo o no se puede utilizar, se pueden plantear otras alternativas como la cirugía. Ésta no suele ser un tratamiento curativo, de tal modo que tras su realización es frecuente que sea necesario volver a iniciar el tratamiento con fármacos. Por último, la radioterapia se utiliza en prolactinomas que vuelven a aparecer tras la cirugía y no responden al tratamiento médico.
Prevención de la galactorrea
La galactorrea solo se puede prevenir evitando aquellas causas conocidas que pueden producirla. En otros casos, como los tumores de la hipófisis, no existen medidas preventivas que eviten su aparición.
En algunos pacientes se recomienda evitar el uso de ropa que estimule o irrite excesivamente el pezón, puesto que la estimulación mecánica repetida de éste es causa de galactorrea.
Otra medida que se puede llevar a cabo es evitar el consumo de fármacos o drogas que eleven los niveles de prolactina en sangre. Si el uso de estos medicamentos no se puede evitar porque su administración es estrictamente necesaria, la prevención no es posible y será necesario valorar otras medidas o iniciar el tratamiento. Evitar situaciones estresantes también puede ser útil para prevenir la aparición de galactorrea. El resto de las causas son difícilmente prevenibles.
Creado: 28 de febrero de 2014