Dr. Ramón Cantero Cid
28 de agosto de 2014
Las hemorroides, popularmente conocidas como almorranas, son una afección frecuente que consiste en una inflamación de las venas situadas en el ano o la zona baja del recto, y pueden precisar una intervención quirúrgica cuando provocan síntomas o se complican. Evitar los factores de riesgo, como el estreñimiento, el sedentarismo o el sobrepeso, ayuda a prevenir su aparición pero, aún así, algunas personas son propensas a padecerlas, y ciertas situaciones, como el embarazo y el parto, también pueden causar una congestión venosa en esta zona que favorezca el desarrollo de hemorroides. Hablamos con el Dr. Ramón Cantero Cid, de la Unidad de Cirugía General y del Aparato Digestivo del Hospital La Paz de Madrid sobre las mejores opciones para tratar estas alteraciones vasculares.
¿Qué son exactamente las hemorroides y por qué se producen?
Las hemorroides consisten en una alteración vascular en la zona de la región anal, por la que se forman como unos cojinetes vasculares, alteraciones arteriovenosas que provocan una dilatación de estos plexos, y se produce la congestión venosa, que es lo que va a originar la inflamación de las hemorroides. Se trata de malformaciones o alteraciones vasculares entre las venas y las arterias del plexo hemorroidal.
Las hemorroides pueden ser internas o externas; las internas son las que suelen requerir intervención, pero también puede haber una hemorroide externa que se complique por la rotura de algún vasito dentro de la hemorroide que produce como una especie de coágulo interior, y esto casi siempre viene dado por una alteración del ritmo intestinal por estreñimiento.
¿Existen factores de riesgo que hagan a una persona más propensa a desarrollar hemorroides, como la genética, el tipo de alimentación, o factores ambientales, por ejemplo?
Hay factores predisponentes, y hay alteraciones que son hereditarias, es decir, hay familias que tienen tendencia a tener más hemorroides que otras. Entre los factores que predisponen a una persona a padecer hemorroides destacan permanecer mucho tiempo de pie o, por el contrario, estar mucho tiempo sentado, no hacer ejercicio, el estreñimiento, y el abuso de ciertos alimentos, como los picantes.
Entre los factores que predisponen a padecer hemorroides destacan permanecer mucho tiempo de pie o, por el contrario, estar mucho tiempo sentado, no hacer ejercicio, el estreñimiento, y el abuso de ciertos alimentos, como los picantes
Sí, los picantes tienen fama de provocar hemorroides pero, si una persona no tiene propensión, ¿solo por comerlo ya puede desarrollar hemorroides?
No, no. Digamos que se encuentra entre los factores predisponentes, pero no son causa directa de hemorroides.
¿Y las hemorroides aparecen generalmente a partir de cierta edad, o es también frecuente que niños o jóvenes las tengan?
Alguien muy joven no, pero en la tercera o cuarta década de la vida ya se pueden ver personas con hemorroides. Y también la congestión venosa que se produce durante el embarazo o en el parto, por ejemplo, puede ser un factor predisponente para que mujeres jóvenes tengan hemorroides.
La congestión venosa que se produce durante el embarazo o en el parto puede ser un factor predisponente para que mujeres jóvenes tengan hemorroides
Sí, algunas mujeres, aunque nunca hayan padecido hemorroides con anterioridad, las sufren durante el embarazo, ¿se puede hacer algo para prevenir su aparición en este caso?
Si tienen predisposición al final van a tener congestión venosa y, en mayor o menor medida, van a tener hemorroides. Lo que sí pueden hacer es evitar el estreñimiento, beber mucho líquido, hacer algo de ejercicio durante el embarazo…, eso siempre va a ayudar a evitar que se produzcan hemorroides en grado avanzado como ocurre al final del embarazo en algunas mujeres.
Cómo se tratan las hemorroides
¿Cuáles son los tratamientos más efectivos para las hemorroides?
El tratamiento más efectivo para las hemorroides es la cirugía, lógicamente. Las cremas que existen –que casi todas ellas contienen corticoides– son, como decimos vulgarmente, “pan para hoy y hambre para mañana”, porque tienen un efecto beneficioso al principio, pero luego el efecto rebote que provocan esos corticoides hace que vuelvan a aparecer. Además, los corticoides producen alteraciones en la elasticidad de la piel, y cuando vamos a operar hay un mayor problema en la cicatrización. Por eso no las aconsejamos mucho; solo por ejemplo en el caso de un brote agudo, pero siempre dejando claro al paciente que no le van a resolver el problema.
Las cremas para las hemorroides tienen un efecto beneficioso al principio, pero luego los corticoides que contienen provocan un efecto rebote que hace que vuelvan a aparecer. Por eso solo las aconsejamos en el caso de un brote agudo
En cuanto a las intervenciones invasivas está la cirugía clásica, que consiste en extirpar las hemorroides, y hay también otro tipo de tratamientos que van desde la anopexia del hongo, una técnica que utiliza un dispositivo que se introduce dentro del ano y mete hacia dentro las hemorroides y realiza una especie de sujeción para evitar el prolapso que se produce en las hemorroides. Otra técnica es la desarterialización hemorroidal transanal, que se describió hace unos siete u ocho años, y que lo que hace es dejar sin vascularización –sin llegada de sangre– a las hemorroides, con lo cual la hemorroide, dicho vulgarmente, se seca, y después asociamos a esto una anopexia, que es introducir hacia dentro la hemorroide que cuelga o sale hacia fuera.
La hemorroide externa es la que normalmente no produce molestias, y la interna sí. Por eso, antes de meterlas hacia dentro lo que hacemos es, en el caso de la desarterialización, es evitar que llegue sangre, con lo cual la hemorroide desaparece porque se seca.
¿Y tras una de estas intervenciones las hemorroides quedan ya curadas para siempre y no reaparecen?
Se curan, pero si no se solucionan los factores predisponentes, o no se actúa sobre ellos, evitando el estreñimiento, practicando ejercicio, siguiendo una dieta adecuada…, al final otra vez vuelven a aparecer, y esto independientemente de que se haya realizado una extirpación, o cualquiera de las otras técnicas mencionadas.
¿Tiene alguna complicación importante la cirugía convencional?
Importante no, pero sí se pueden producir complicaciones. Se trata de una zona cercana al ano, con lo cual, si se daña el esfínter anal externo de alguna forma, se puede alterar la continencia fecal del paciente. Al haber una herida que no se cierra, y estar en un territorio séptico como es la zona en la que hay heces, puede producirse una infección. Y también hay riesgo de sangrado. Lo que se evita con las técnicas que he comentado, como la desarterialización, es que no hay alteración de la continencia, y no hay posibilidad de infección. Además, el postoperatorio es más llevadero, ya que la cirugía convencional es bastante dolorosa.
¿Qué ventajas representa la cirugía con láser para eliminar las hemorroides frente a la convencional?
Operar con láser requiere la misma técnica que la cirugía convencional, pero el dispositivo que se utiliza para cortar es distinto; el bisturí puede ser de electrocauterio –que es el que se utiliza en la cirugía convencional– o bisturí láser, y el láser es otra forma de energía. Las técnicas que sí difieren son las que he explicado anteriormente, la anopexia del hongo y la desarterialización hemorroidal transanal. Es importante individualizar y explicar a cada paciente las posibilidades que hay en su caso, y que también el paciente tome su decisión sobre el tratamiento.
Para prevenir el estreñimiento hay que evitar lo que llamamos ‘comida basura’ porque este tipo de alimentos lo fomentan, y es necesario no tener que realizar un esfuerzo defecatorio porque esto va a favorecer las crisis hemorroidales
¿Qué consejos daría a las personas que padecen hemorroides para minimizar sus molestias o evitar que reaparezcan tras un tratamiento?
Es muy importante actuar frente a los factores predisponentes. La dieta es fundamental, así como realizar ejercicio, y evitar medidas que puedan favorecer la aparición de hemorroides. Para prevenir el estreñimiento, por ejemplo, hay que evitar lo que llamamos ‘comida basura’ porque este tipo de alimentos lo fomentan, y es necesario no tener que realizar un esfuerzo defecatorio porque esto va a favorecer las crisis hemorroidales. Si una persona tiene una hemorroide externa y hace un esfuerzo defecatorio grande, se puede romper un vasito, y se produce entonces una complicación de la hemorroide externa.