Dr. Rafael Esteban Mur
23 de julio de 2012
Hace unos meses se presentó en España un gran avance para el tratamiento de la hepatitis C crónica. Se trata de un fármaco que consigue aumentar la tasa de curación en menor tiempo. Para saber qué supone para médicos y pacientes hemos entrevistado al doctor Rafael Esteban Mur, jefe del Servicio de Medicina Interna-Hepatología del Hospital Universitario Vall d’Hebron de Barcelona y experto hepatólogo con cerca de 20 años de experiencia. Este especialista, que ha formado parte de los estudios de registro de este medicamento, nos ha contado también en qué consiste la enfermedad y la importancia de diagnosticarla a tiempo para mejorar los resultados del tratamiento.
¿Qué es exactamente la hepatitis C?
La hepatitis C es una infección vírica del hígado que se produce por contagio por vía venosa. Suele ocurrir porque se ha recibido una transfusión de sangre que estaba contaminada, por uso de drogas por vía venosa o por contagio a la hora de colocarse un piercing o hacerse un tatuaje.
En la actualidad, ¿qué repercusión tiene en la sociedad la hepatitis C?
En España hay aproximadamente 800.000 personas infectadas de hepatitis C, pero tan solo una mínima parte se encuentra en tratamiento porque desconoce que la padece. Esto se debe a que es una enfermedad que no muestra síntomas, pero al cabo de los años, cerca del 20% de estas personas pueden acabar desarrollando cirrosis o un cáncer hepático. En este sentido, resulta muy importante la identificación de los pacientes de forma precoz, ya que pueden curarse con los tratamientos existentes antes de que se complique.
En España hay aproximadamente 800.000 personas infectadas de hepatitis C, pero tan solo una mínima parte se encuentra en tratamiento porque desconoce que la padece
Pero si no hay síntomas, ¿cómo se diagnostica la hepatitis C?
La hepatitis C puede diagnosticarse mediante un análisis muy sencillo. E, incluso, a través de una analítica convencional, el profesional sanitario puede sospecharlo, ya que las pruebas del hígado saldrían alteradas, con lo cual se debería indicar una prueba más específica.
Dentro de lo que cabe, el diagnóstico no parece un problema.
No lo es en absoluto. Más bien el inconveniente en la detección se debe a trabas culturales. Lo ideal sería que la población, del mismo modo que se hace un análisis de colesterol, se evaluara las transaminasas para descartar esta patología. Además, las ventajas de su diagnóstico precoz deberían favorecer el que se realicen estas revisiones. Y es que, a diferencia de lo que ocurre con otras enfermedades virales, el tratamiento de la hepatitis C consigue curar la infección y elimina por completo el virus para siempre.
Un nuevo tratamiento para la hepatitis C
¿En qué consiste el tratamiento de la hepatitis C?
Hasta hace unos meses, el tratamiento de la hepatitis C consistía en una combinación de interferón alfa pegilado y ribavirina, dirigida a erradicar la infección vírica, mejorar las lesiones hepáticas y evitar la progresión de la enfermedad. Pero ahora contamos con una nueva opción terapética que mejora la eficacia, sobre todo en aquellos pacientes que no respondían al tratamiento estándar, es decir, que eran insensibles a la medicación y que suponían el 50% de los afectados.
Lo ideal sería que la población, del mismo modo que se hace un análisis de colesterol, se evaluara las transaminasas para descartar esta patología
¿Este nuevo tratamiento, está dirigido a todos los pacientes?
Este primer inhibidor de la proteasa del virus de la hepatitis C (boceprevir), que se administra por vía oral, está dirigido a los pacientes con hepatitis C crónica con genotipo 1, que es la forma más común de hepatitis C y la más difícil de curar, porque estas personas suelen tener niveles altos de carga viral, firosis o cirrosis y trastornos metabólicos.
¿En qué reside la importancia de este tratamiento?
En que, hasta ahora, sólo se podía curar un 50% de pacientes con genotipo 1 y, con este medicamento nuevo podemos llegar hasta el 80% de curación, es decir incrementamos un 30% las posibilidades de éxito.
¿Se está usando en España?
En la actualidad los inhibidores de proteasas están disponibles en la mayoría de los hospitales del Estado.
¿Qué supone para el paciente y para el médico?
Supone un avance espectacular, tenemos a los pacientes llamando a la puerta para recibir estos medicamentos.
El tratamiento de la hepatitis C, tanto los estándares como el boceprevir, ¿tiene algún tipo de efecto secundario?
Sí, tienen efectos secundarios. Básicamente produce cansancio, irritabilidad, disminución de apetito, anemia… Por tanto, es muy importante que los pacientes sean tratados por un hepatólogo experto que conozca concretamente las posibilidades de éxito y efectos adversos de todos estos fármacos y los utilicen correctamente.
El tratamiento de la hepatitis C consigue curar la infección y elimina por completo el virus para siempre
¿Estos efectos adversos se pueden evitar de alguna forma?
Se pueden manejar. Utilizamos medicamentos accesorios para mejorar la anemia y el resto de efectos secundarios.
¿Qué consejos le daría a una persona que quisiera mejorar su calidad de vida siendo enfermo de hepatitis C?
Lo más importante es que tenga un hepatólogo experto que pueda tratarle, pues este especialista será la persona que le explique exactamente cuál es la situación de su enfermedad y cuál es el mejor tratamiento.
¿Hacia dónde se dirigen las investigaciones?
En realidad van a llegar nuevos tratamientos para la hepatitis C, porque hay numerosos medicamentos en fase de investigación. Por tanto, probablemente en el futuro será todo más eficaz y más fácil.