Sólo el 10% de los portadores de hepatitis víricas son conscientes de su situación
28/07/2011
Se estima que en el mundo hay alrededor de 500 millones de personas infectadas de forma crónica por los virus B y C de la hepatitis, que pueden desencadenar enfermedades tan graves como la cirrosis y el cáncer de hígado. Hoy se celebra el Día Mundial de la Hepatitis, y la Real Academia Nacional de Medicina (RANM) ha reivindicado una mayor implicación de las Administraciones Sanitarias en la atención a estas infecciones.
Se estima que en el mundo hay alrededor de 500 millones de personas infectadas de forma crónica por los virus B y C de la hepatitis
Durante una Jornada conmemorativa que celebró la RANM el pasado mes de junio, subrayó la necesidad de poner en marcha un Plan Nacional que incluya la creación de Unidades de Hepatitis. El presidente de la RANM, el profesor Manuel Díaz-Rubio, afirmó que es preciso mejorar la sensibilización de la población en torno a estas infecciones, y alertó sobre el importante grado de desconocimiento que existe no sólo entre la sociedad en general, sino también entre los propios afectados, ya que sólo un 10% de los portadores del virus de las hepatitis B y C son conscientes de su situación.
“Se trata de un problema sanitario de primer orden. Las campañas de educación sanitaria y el diagnóstico y tratamiento tempranos son clave para modificar la historia natural de la enfermedad. Asimismo, el fracaso terapéutico es una realidad en muchos pacientes, por lo que el avance en la investigación sigue siendo una esperanza para esta enfermedad”, afirmó.
Durante la Jornada, el presidente de la RANM leyó una declaración en la que se subrayaron como prioritarios los siguientes objetivos:
- Extender a todo el mundo la mejora de las condiciones sanitarias generales para dificultar la cadena de transmisión de los virus de hepatitis.
- Desarrollar Planes Nacionales de Hepatitis dirigidos a trabajar en el aumento de la conciencia y la prevención, así como mejorar el conocimiento epidemiológico.
- Universalizar la vacunación contra el virus B.
- Incrementar los esfuerzos para obtener una vacuna eficaz contra el virus C.
- Desarrollar y disponer de nuevos fármacos contra los virus B y C que sean más eficaces, mejor tolerados, menos costosos y que permitan tratamientos de breve duración.
- Dedicar una especial atención y seguimiento a los pacientes afectos de patologías crónicas por virus de la hepatitis B y C, creando incluso unidades específicas para ello. Estas Unidades Monográficas deberían evaluar de forma homogénea no solo la indicación del tratamiento antiviral, sino un seguimiento y apoyo integral multidisciplinar que favorezca el cumplimiento, y por tanto el éxito terapéutico.
Fuente: Real Academia Nacional de Medicina (RANM)
Actualizado: 24 de enero de 2017