Heridas, cómo curarlas
Un golpe, un corte con un objeto afilado, o una mordedura pueden causar heridas que, según su gravedad, podrían necesitar atención sanitaria inmediata. Te enseñamos cómo actuar ante una lesión de este tipo.

Qué es una herida

Por: Alicia Díaz

Enfermera, experta en Primeros Auxilios

Actualizado: 13 de marzo de 2023

Una herida es una falta de la continuidad de la piel que puede estar originada por diferentes causas, como un golpe, un corte con un objeto afilado o una mordedura. Es importante conocer su origen, ya que el tratamiento va a estar condicionado en gran medida al agente que la provoca, si por ejemplo la herida ha sido provocada por una mordedura de animal habrá que vacunar a la persona, o para un corte puede que sea necesario suturar.

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Las heridas pueden variar en su gravedad, desde pequeñas raspaduras hasta lesiones más graves que afectan a múltiples capas de tejido y pueden requerir atención médica inmediata. El cuerpo tiene un proceso natural de curación de las heridas, que incluye la coagulación de la sangre, la formación de una costra, la proliferación de células nuevas y la cicatrización.

La mayoría de las veces las heridas no suponen un riesgo inmediato, pero pueden llegar a serlo si no se actúa correctamente desde el primer momento. Para no encontrarnos con alguna complicación hay una serie de signos que debemos conocer y unas conductas que debemos adoptar que nos proporcionarán tranquilidad y ayudarán a la recuperación de la herida.

Complicaciones de una herida

Las complicaciones de una herida pueden variar en función de la gravedad de la lesión. Las más importantes que pueden derivarse de una herida son:

  • Hemorragia: una herida que no se controla puede provocar una hemorragia, que puede ser potencialmente peligrosa si se pierde demasiada sangre, por lo que es importante saber tratarla de inmediato, ya que puede llevar a un shock.
  • Infección: las heridas pueden infectarse si las bacterias entran en el cuerpo a través de la lesión. Si es leve, enlentece el proceso de curación y esto puede causar enrojecimiento, inflamación, dolor intenso y fiebre. Si pasa a ser grave puede conllevar la pérdida del miembro afectado o incluso shock y muerte. 
  • Dolor crónico: las heridas graves pueden causar dolor crónico y duradero, especialmente si afectan a los nervios o a las articulaciones.

  • Daño a órganos o estructuras internas: algunas heridas pueden penetrar en el cuerpo y causar daño a órganos o estructuras internas, lo que puede ser potencialmente mortal.

  • Cicatrización excesiva: algunas heridas pueden cicatrizar en exceso, lo que puede causar una acumulación de tejido cicatricial y posiblemente afectar la función de la zona lesionada.

  • Shock: las heridas graves pueden provocar una respuesta de shock en el cuerpo, que puede ser potencialmente mortal si no se trata.

    Por todo ello, es importante tratar las heridas adecuadamente para minimizar el riesgo de complicaciones. Si se presenta alguna complicación o si la herida no cicatriza adecuadamente, debemos buscar atención médica inmediata.

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Creado: 1 de agosto de 2011

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