Las causas de la aparición de una hernia discal pueden ser diversas, aunque por lo general se asocian con esfuerzo anormal que suele implicar el llevar a cabo una carga excesiva:
- La causa principal de la hernia discal es un sobreesfuerzo, con más o menos carga. Determinadas profesiones pueden predisponer a esta situación, como aquellas que obligan a cargas de peso repetidas y continuadas (mudanzas, repartidores de alimentos y bebidas, manipulación de personas con escasa movilidad, etcétera).
- Movimientos repetidos con cargas más o menos grandes en los que la espalda sufra.
- Situaciones como la obesidad o el embarazo. El aumento de peso corporal de la causa que fuere origina sobrecargas en la zona lumbar que desencadena desviaciones de la columna y una presión mayor sobre los discos intervertebrales dando lugar a protrusiones o hernias, o agravando las que existieran previamente.
- Flexión o extensión repetida o brusca de la columna. Esto es frecuente hallarlo en algunas actividades deportivas.
- Género. Es una patología claramente más frecuente en los varones, quizá por su disposición física para la carga de material pesado o actividades más bruscas.
- Edad. La mayor incidencia entre los 30 y 50 años traduce una franja de edad donde se pueden presentar las causas previamente descritas, sobre todo los movimientos bruscos y la carga pesada. En el caso de las mujeres, por ser actualmente la edad reproductiva más frecuente. A pesar de que existe un componente degenerativo con el paso de los años, estos factores no se prodigan en edades avanzadas.
- Vibraciones. Determinadas actividades que suponen vibraciones repetidas del cuerpo pueden predisponer a este padecimiento.
Además, hay que tener en cuenta que pueden darse en pacientes con patologías previas en la columna que favorezcan la protrusión o salida del núcleo por el disco.