Hernia inguinal
La hernia inguinal es una afección frecuente que consiste en la salida de parte de las vísceras abdominales fuera de la cavidad abdominal. Te explicamos por qué se produce y cómo se corrige.

Prevención de la hernia inguinal

Por: David Saceda Corralo

Médico Interno Residente, especialista en Dermatología Medicoquirúrgica y Veneorología

Actualizado: 22 de septiembre de 2022

Es difícil realizar unas recomendaciones generales que ayuden a prevenir la hernia inguinal. Al tratarse de una alteración mecánica, durante muchos años se ha considerado que la genética y el modo de vida poco tenían que ver con esta patología. Sin embargo, hay algunas medidas básicas que pueden ayudar a la prevención o  a una detección precoz:

  • Evitar el sobrepeso: la mayor parte del aumento de peso se debe al acúmulo de grasa abdominal. Esto aumenta la presión intraabdominal y favorece la aparición de hernias inguinales.
  • No llevar cargas pesadas: cuando cargamos pesos se produce un aumento de la presión abdominal por encima de lo habitual. Si no se puede evitar cargar peso, se recomienda no aguantar la respiración y mantener una posición erguida para aliviar la presión abdominal y sobre la columna.
  • Prevenir el estreñimiento: al defecar aumentamos la presión abdominal y, si hay estreñimiento, la presión es mayor y durante más tiempo. Para evitarlo se debe mantener una dieta rica en fibra, beber suficiente agua diaria (unos dos litros), y realizar ejercicio físico moderado diario.
  • Palparse las ingles: es bueno conocer las diferentes partes de nuestro propio cuerpo; así, cuando aparecen cambios se pueden identificar rápidamente y eso ayuda al diagnóstico. Por ejemplo, un bulto en la ingle también puede ser un simple acúmulo de grasa, pero en ese caso llevaría mucho más tiempo y no supondría una sorpresa para la persona que lo tiene.
  • Mantener el tono muscular: está demostrado que las personas con una musculatura abdominal débil tienen más riesgo de desarrollar hernias. Para evitarlas, el músculo debe mantener una contracción basal que se consigue ejercitándolo al hacer deporte.
  • Dieta equilibrada: la pared abdominal está formada por tejidos que necesitan un aporte nutritivo adecuado de azúcares y, sobre todo, proteínas. Una mala dieta y las situaciones de malnutrición hacen que se formen regiones débiles con más facilidad.
  • Vigilar a niños con antecedentes personales o familiares: se ha encontrado una predisposición familiar a desarrollar hernias inguinales. Por eso se recomienda vigilar de cerca a los niños cuyos padres tuviesen hernias inguinales a su edad. También se sabe que en los niños es frecuente la formación de hernias inguinales bilaterales al mismo tiempo o poco después. Otras patologías que se han ligado a la formación de hernias inguinales son las relacionadas con el desarrollo del testículo, como el testículo en ascensor o el hidrocele.

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