Hernia inguinal
La hernia inguinal es una afección frecuente que consiste en la salida de parte de las vísceras abdominales fuera de la cavidad abdominal. Te explicamos por qué se produce y cómo se corrige.

Tratamiento de la hernia inguinal

Por: David Saceda Corralo

Médico Interno Residente, especialista en Dermatología Medicoquirúrgica y Veneorología

Actualizado: 21 de septiembre de 2022

El único tratamiento de la hernia inguinal que resulta efectivo es el quirúrgico. Hace años se planteaban tratamientos conservadores con fajas, cinturones o “bragueros”, para evitar la cirugía e intentar que la hernia no aumentase de tamaño a base de realizar una presión continua en la zona. Sus efectos fueron negativos, ya que los músculos de la pared abdominal se relajaban y el orificio de la hernia perdía tensión, lo que hacía que la hernia fuese más grande.

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El tratamiento quirúrgico es sencillo, y a día de hoy se considera una cirugía mayor ambulatoria, es decir, se puede realizar en un solo día sin necesidad de permanecer ingresado en el hospital. A pesar de ser un procedimiento sencillo, toda la operación se realiza bajo anestesia general. La cirugía consiste en reducir la hernia colocando el contenido de vísceras dentro del abdomen, y después reparar el orificio por diferentes técnicas.

El método de reparación de la hernia puede ser simplemente realizar un cosido que suture el orificio (“herniorrafia”); esta sutura debe abarcar diferentes planos de la pared abdominal para que se soporte bien la presión. Otro método de reparación sería colocar una malla en el orificio de la hernia para reforzar ese punto de la pared abdominal (“hernioplastia”).

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Posibles complicaciones de la cirugía de hernia inguinal

Hay pocas complicaciones asociadas a la cirugía de la hernia inguinal. La más frecuente en la infección de la herida quirúrgica, en la que la región operada aparece roja, inflamada y dolorosa días después de la intervención, y se soluciona con antibióticos. También son frecuentes la reaparición de la hernia a pesar del tratamiento, la formación de hematomas posquirúrgicos, y la apertura espontánea de los puntos de sutura.

Otras complicaciones más graves, y extremadamente poco frecuentes, son el sangrado incontrolable, la lesión del conducto seminal y el dolor crónico en la ingle.

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