Tratamiento de la hidatidosis y medidas de prevención
Actualizado: 29 de julio de 2022
El tratamiento de la hidatidosis se basa en el empleo de cirugía, fármacos antihelmínticos y una técnica que se denomina PAIR. El tratamiento indicado depende de la edad y las enfermedades asociadas de la persona afectada, sus síntomas, la localización y el tamaño de los quistes, y si éstos están activos o no. También influyen la experiencia del equipo médico quirúrgico y la disponibilidad de medios técnicos. A menudo no se realiza ninguna medida activa y se observa la evolución clínica y radiológica del paciente.
Las características de los quistes que determinan el tipo de tratamiento para la equinococosis más recomendado son el tamaño (mayor o menor de 5 cm) y el aspecto ecográfico del quiste (se debe mirar si tiene tabiques o vesículas hijas). Los quistes se clasifican en activos (con quistes en desarrollo y que producen larvas), en transición (con quistes en proceso de degeneración pero que siguen siendo fértiles) e inactivos, con quistes degenerados o calcificados y no fértiles.
La cirugía se realiza para resecar el quiste en los casos de aquellos de gran tamaño, o si son superficiales y tienen riesgo de rotura. También si se localizan en órganos vitales o si están infectados. En los casos de afectación por E. multilocularis (la especie menos frecuente) siempre se debe realizar cirugía, seguida de la administración de fármaco antiparasitario (albendazol o mebendazol) durante dos años.
La técnica PAIR (punción-aspiración-inyección-reaspiración) consiste en pinchar el quiste bajo control ecográfico, sacar el líquido, inyectar una sustancia que mate las larvas (como por ejemplo alcohol de 95%) y luego volver a aspirar 15-20 minutos después. Esta técnica no se realiza en quistes calcificados o que estén comunicados con la vía biliar.
En cuanto a fármacos, para E. granulosusse dispone del albendazol. Se toma a dosis de 400 mg dos veces al día durante varios meses. A veces se asocia con otro fármaco, el praziquantel, para mejorar los resultados. En ocasiones el tratamiento puede durar años, con ciclos de tratamiento y descanso, si la cirugía no es factible o suficiente, como sucede por ejemplo en algunos casos de hidatidosis de la columna vertebral.
Prevención de la hidatidosis
La hidatidosis es asintomática en los perros y el ganado, por lo que es difícil saber qué animales están afectados. Aun así, se puede prevenir con campañas de salud pública dando tratamiento antiparasitario a los perros y mejorando la higiene en los mataderos.
En este sentido, es importante no alimentar a los perros con vísceras de ganado sacrificado. Así como evitar que los más pequeños de la casa sean lamidos por canes o bien ingieran tierra jugando o accidentalmente.
Por otro lado, ya hay una vacuna disponible para ganado ovino que podría servir de ayuda en la prevención y el control de la hidatidosis.
No está de más lavarse las manos después de acariciar un perro, así como lavar bien siempre todas las frutas y verduras, hongos y setas o bayas o frutos silvestres que vayamos a ingerir crudas o hayamos recogido del campo.
Creado: 5 de octubre de 2018