Qué es la hipercolesterolemia
Por: Dr. José Antonio Nuevo González
Especialista en Medicina Interna. Servicio de Urgencias del Hospital Gregorio Marañón de Madrid
Actualizado: 5 de septiembre de 2022
La hipercolesterolemia es la elevación de los niveles de colesterol en sangre por encima de 200 mg/dl, como cifra universalmente aceptada en la actualidad en base al riesgo de consecuencias cardiovasculares por encima de éstos.
El colesterol es necesario para la elaboración y funcionamiento de determinadas hormonas, así como para algunos componentes de las células. En el torrente sanguíneo necesita viajar dentro de las lipoproteínas, puesto que al ser una sustancia grasa no es soluble en medios acuosos. Estas lipoproteínas son las que conocemos como HDL, LDL o VLDL.
El colesterol que viaja en las HDL es considerado “bueno”, porque se dirige al hígado para expulsar la grasa por la bilis y posteriormente en las heces. Ayuda, por tanto, a eliminar el exceso de colesterol de las células del organismo. El colesterol “malo” o LDL se dirige hacia las arterias para formar las placas de ateroma que pueden ocluir a estas y provocar déficit de riego.
En general se conoce como dislipidemia aquellas alteraciones sanguíneas en los niveles de colesterol, de sus lipoproteínas, o de los triglicéridos; cuando se encuentran bien definidas se denominan hipercolesterolemia (si es una elevación exclusiva de colesterol) o hipertrigliceridemia (cuando la elevación es de triglicéridos).
Existe un amplio conocimiento sobre la relación directa entre la hipercolesterolemia y la enfermedad cardiovascular, concretamente del colesterol LDL o malo. Asimismo, existe evidencia para afirmar que el colesterol HDL es protector frente a este tipo de enfermedades. En España, por ejemplo, más de la mitad de la población por encima de los 30 años presenta cifras de colesterol total por encima de 200 mg/dl. En Asia en cambio, su prevalencia es mucho menor por el tipo de alimentación que siguen.
La elevación de los niveles de colesterol reflejan el impacto negativo de un estilo de vida sedentario, el exceso de peso corporal, y las dietas con abundantes grasas totales y saturadas. Es pues un factor de riesgo modificable, y por tanto, una causa de enfermedad y muerte cardiovascular evitable. De ahí que se hayan potenciado en las últimas décadas programas para educar a la población sobre cómo reducir las cifras de colesterol con la modificación de los estilos de vida poco saludables. Así como el seguimiento de un tratamiento farmacológico adecuado prescrito por el médico en los casos en los que fuere necesario.
Por otro lado, existe lo que se conoce como hipercolesterolemia familiar, no dependiente de los hábitos de vida, sino ligada a la mutación de algunos genes, y por tanto, menos modificables, aunque un diagnóstico temprano ayudará a reducir sus complicaciones.
Creado: 12 de julio de 2010