Asocian el riesgo de ictus con dormir más de 8 horas

Dormir más de ocho horas diarias podría aumentar el riesgo de sufrir un ictus, e incluso duplicarlo en el caso de que se trate de personas mayores, según un estudio de la Universidad de Cambridge (Reino Unido).
Mujer durmiendo

Las personas que dormían entre seis y ocho horas eran las que menos riesgo de ictus tenían

Dormir más de ocho horas diarias podría aumentar el riesgo de sufrir un ictus, según un estudio realizado por la Universidad de Cambridge (Reino Unido) publicado en Neurology, que revela que el riesgo puede llegar a duplicarse en el caso de las personas mayores que habitualmente duermen más de ocho horas cada día.

PUBLICIDAD

Se trata del primer estudio que analiza la relación entre el aumento de la duración del sueño y el riesgo de sufrir un derrame cerebral, en el que han participado alrededor de 10.000 personas con edades comprendidas entre los 42 y los 81 años. La mayoría de los participantes –siete de cada diez– aseguraron que dormían entre seis y ocho horas, y solo uno de cada diez reconoció dormir más de ocho horas.

El 46% de los que sufrieron un ictus dormían más de ocho horas diarias, y los que dormían menos de seis horas tenían un 18% más posibilidades de sufrir esta patología cerebrovascular que los que dormían entre seis y ocho horas

A lo largo de los diez años que duró la investigación 346 personas sufrieron un ictus y, tras ajustar otros factores como la edad y el sexo, los autores del trabajo observaron que el 46% de los que presentaron estos ataques dormían más de ocho horas diarias, mientras que los que dormían menos de seis horas al día tenían un 18% más posibilidades de sufrir un episodio cerebrovascular. El riesgo aumentaba más –unas cuatro veces más– entre aquellos que habían pasado de dormir poco a dormir mucho.

PUBLICIDAD

Los investigadores han explicado que aunque se ha constatado que la falta de sueño altera el metabolismo y aumenta los niveles de cortisol –la hormona del estrés–, por lo que eleva la tensión arterial y, consecuentemente, puede incrementar el riesgo de ictus, los vínculos entre dormir mucho y un mayor riesgo de sufrir este trastorno no están claros, por lo que opinan que deberían realizarse nuevas investigaciones que aclarasen dicha asociación.

PUBLICIDAD

Actualizado: 31 de julio de 2017

PUBLICIDAD

PUBLICIDAD