Incontinencia urinaria
Se estima que la incontinencia urinaria –pérdida involuntaria de orina– afecta a un 30% de las mujeres adultas. Fortalecer los músculos del suelo pélvico es la mejor forma de contrarrestar las contracciones involuntarias de la vejiga.

Síntomas de incontinencia urinaria

Por: María Dolores Tuñón

Médico Residente de Medicina Familiar y Comunitaria

Actualizado: 28 de junio de 2022

El síntoma principal de la incontinencia urinaria, y el que define a este problema, es la pérdida involuntaria de orina. Puede ocurrir al toser, estornudar, mantener relaciones sexuales o realizar algún esfuerzo físico. Dependiendo del tipo de incontinencia, la pérdida de orina será mayor o menor.

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En algunos casos puede acompañarse de dolor e infecciones de orina que se repiten con asiduidad. Durante la pandemia por COVID-19, y según señalan desde la Sociedad Española de Rehabilitación y Medicina Física (SERMEF), muchas personas con incontinencia urinaria han informado de que sus pérdidas involuntarias de orina se han reducido por el uso de mascarillas, ya que les ha protegido frente a infecciones respiratorias y alergias, y a consecuencia de ello han disminuido sus episodios de tos o estornudos. 

Factores de riesgo de incontinencia urinaria

Existen una serie de factores de riesgo que pueden predisponer a padecer episodios de incontinencia urinaria, como:

  • Embarazo, debido a las alteraciones hormonales o al elevado peso del feto.
  • Parto vaginal, que puede debilitar los músculos involucrados en el control de la vejiga y deteriorar sus nervios y el tejido de sostén, y provocar un descenso o prolapso  del suelo pélvico.
  • La menopausia porque se reduce la producción de estrógeno, una hormona que ayuda a mantener la membrana que recubre la vejiga y la uretra en buen estado y cuyo deterioro puede intensificar la incontinencia.
  • Haber sufrido una histerectomía (extirpación quirúrgica del útero, total o parcialmente).
  • Hiperplasia benigna de próstata. En los hombres es habitual que se deba a un agrandamiento de la glándula prostática. 
  • Cáncer de próstata. También esta neoplasia puede causar incontinencia, así como los tratamientos para combatir la enfermedad.
  • Trastornos neurológicos, que pueden influir sobre las señales nerviosas que intervienen en el control de la vejiga, como la esclerosis múltiple, los accidentes cerebrovasculares, el párkinson, una lesión medular o un tumor cerebral.
  • Otros factores de riesgo de incontinencia urinaria, que afectan a ambos sexos, son la edad avanzada, la obesidad, el estreñimiento, presentar una movilidad reducida, padecer ciertas enfermedades como la diabetes o el alzhéimer, o ingerir alimentos, bebidas o fármacos diuréticos, como la cafeína, el alcohol, los edulcorantes, el chocolate, medicamentos para tratar la presión arterial, relajantes musculares…

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