Cadena de transmisión de la leishmaniasis y cómo se transmite
Por: Dr. Nelson Caballero
Colaborador de la Asociación Fontilles y coordinador médico de la Asociación para el Desarrollo de los pueblos (ADP)
Actualizado: 31 de mayo de 2024
Cómo es la cadena de transmisión de la leishmaniasis
Antes de conocer cómo se transmite, es bueno que aclaremos algunos términos relacionados con los protagonistas del proceso de transmisión de la leishmaniasis:
El agente infeccioso
El parásito responsable de la leishmaniasis es un protozoo intracelular obligado del sistema retículo endotelial perteneciente a la familia de los kinetoplástidos, género Leishmania, que está constituido por diversas especies y subespecies. En el Viejo Mundo los principales complejos de especies presentes son la L. mayor, L. aethiopica y L. tropica, mientras que en el Nuevo Mundo figuran la L. mexicana, L. amazonensis, L. braziliensis y L. panamensis.
El parásito se presenta bajo dos formas: el promastigote y el amastigote. El primero es libre, móvil, posee un solo flagelo en el extremo anterior, y se encuentra en el vector, por lo que es la forma que infecta a los seres humanos y a los animales.
El segundo es de forma ovalada, inmóvil, no posee flagelo, se encuentra en el reservorio vertebrado afectado, y es la forma que contamina al vector.
El vector
Son pequeñas moscas de 2 a 5 mm de longitud conocidas como flebótomos (género Phlebotomus en el Viejo Mundo y género Lutzomya en el Nuevo Mundo), que habitan sobre todo en las zonas boscosas y se caracterizan por tener el cuerpo densamente cubierto de pelos color cenizo, patas largas y alas blanquecinas terminadas en punta siempre erectas. Las hembras necesitan sangre para alimentar sus huevos y poder reproducirse; además, tienen un radio de vuelo muy corto, y al colocarse sobre la piel en busca de alimento dan pequeños saltos.
Su máxima actividad de picadura abarca desde las seis de la tarde a las seis de la mañana del día siguiente, razón por la cual las personas que viven en zonas de riesgo deben protegerse de las picaduras durante estas horas.
El reservorio
El repertorio es la población de seres vivos que aloja de forma crónica el germen de una enfermedad, la cual puede propagarse como epidemia. Los mamíferos vertebrados son los reservorios que mantienen al parásito y, por lo tanto, facilitan que el vector se infecte de ellos. Habitualmente estos reservorios son variables en dependencia de la localidad y forma de presentación de la enfermedad.
Existen reservorios silvestres (el mono, el perezoso, el armadillo, el zorro, la zarigüeya, y roedores como las ratas), domésticos (el perro) e, incluso, los propios seres humanos lo pueden ser, pero solo donde existen focos de leishmaniasis antroponótica. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) "hay unas 70 especies animales, entre ellas el ser humano, que pueden ser fuente de transmisión del parásito".
El huésped susceptible
Es la persona que se pone en contacto con el agente causal transmitido por el vector. En otras palabras, es el individuo a quien pica el flebótomo inoculándole los parásitos y, dependiendo de sus condiciones inmunológicas, puede o no desarrollar la infección clínica.
Cómo se transmite la leishmaniasis
La leishmaniasis se transmite al ser humano a través de la picadura del vector, en este caso el flebótomo hembra infectante, el cual previamente ha ingerido sangre de un reservorio infectado con los parásitos.
Los flebótomos hembras requieren sangre para poder reproducirse. Por ello, después de alimentarse del reservorio infectado, los parásitos ingeridos junto a la sangre se multiplican en pocos días en su intestino para, posteriormente, migrar hacia la proboscis o trompa del insecto para ser inoculados con la picadura.
Una vez que estos microorganismos son introducidos por el insecto en la piel de una persona sana, inmediatamente son captados por los macrófagos (unas células del sistema inmunitario), y se multiplican en el interior de estas células hasta que las destruyen, y entonces salen a colonizar a nuevos macrófagos.
La infección entre personas también se puede dar a partir de parásitos que el vector ha tomado de otro hospedero humano, que es lo que se conoce como ciclo antroponótico; sin embargo, este tipo de transmisión es poco frecuente, al igual que los casos reportados por transfusión sanguínea, transplante de órganos y contacto sexual.
Factores de riesgo para la transmisión de la leishmaniasis
La propagación de esta enfermedad es más fácil si se dan una serie de factores de riesgo y, según la Organización Mundial de la Salud (OMS) estos son los que más favorecen la transmisión de la leishmaniasis:
- Pobreza y hacinamiento de la población en viviendas insalubres, así como dormir sobre el suelo o a la intemperie.
- Malnutrición. Déficit de proteínas, hierro, vitamina A y cinc.
- Desplazamiento de la población hacia zonas con alta prevalencia de leishmaniasis.
- Cambio climático: sequías, inundaciones y catástrofes naturales que obligan a las personas a trasladarse a lugares donde hay muchos vectores que transmiten la enfermedad.
Creado: 26 de septiembre de 2011