La leishmaniasis afecta a 1,5 millones de personas al año
16/11/2012
A pesar de que cada año un millón y medio de personas contraen leishmaniasis, desde la Organización Mundial de la Salud (OMS) denuncian que no se presta la debida atención a esta enfermedad infecciosa porque, aunque está presente en alrededor de 100 países, el 90% de los casos se dan en zonas económicamente desfavorecidas, especialmente en el sudeste asiático (Bangladesh, India y Nepal) y en el este de África (Etiopía, Sudán).
Los países tropicales –en vías de desarrollo– son los que cuentan con una mayor prevalencia de leishmaniasis, a la que los expertos definen como la ‘enfermedad de la pobreza’ porque se encuentra asociada desde siempre a grupos poblacionales con pocos recursos socio económicos, y que se ven obligados a vivir hacinados en viviendas inadecuadas y con una higiene insuficiente.
El parásito que provoca la leishmaniasis causa diversas lesiones, desde úlceras en piel y mucosas, hasta daño en órganos internos como los riñones o el hígado
Esta enfermedad, que se transmite por la picadura de ciertos insectos, también es endémica en otros países de Asia central y menor, como Afganistán, así como de América Latina (Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras…).
El parásito que provoca la leishmaniasis –y que es inoculado al ser humano a través de la picadura del vector– causa diversas lesiones al afectado, desde úlceras en piel y mucosas, hasta daño en órganos internos como los riñones o el hígado, y algunos tipos de leishmaniasis, como la visceral, pueden llegar a causar la muerte.
El tratamiento de la leishmaniasis visceral, que sobre todo afecta a la población de países del sudeste asiático, ha mejorado gracias a un nuevo medicamento –la anfotericina B liposomal– que está consiguiendo altas tasas de curación –alrededor del 96%– en los pacientes a los que se les ha administrado. Los expertos insisten, sin embargo, en que es necesario investigar más para poder desarrollar fármacos más efectivos frente a la variante cutánea de la leishmaniasis que, pese a no ser mortal, causa graves lesiones y secuelas en los pacientes.
Actualizado: 3 de febrero de 2017