Prevención de la lipodistrofia

La prevención de la lipodistrofia es complicada. En los casos de lipodistrofia congénita las medidas que se pueden tomar ayudan a retrasar su aparición, pero raramente la evitan.

En el caso de la lipodistrofia asociada al tratamiento antirretroviral, el tratamiento del VIH resulta esencial para mantener activo el sistema inmunológico para evitar el sida, pero en este caso las medidas a tomar sí pueden evitar la aparición de la lipodistrofia, además de retrasarla.

Algunas medidas generales básicas para la prevención de la lipodistrofia son:

• Realizar una dieta saludable, rica en vitaminas, verduras y ácidos grasos no saturados. Evitar las grasas animales o de origen industrial es esencial para no aumentar el depósito de tejido adiposo en lugares inadecuados. El consumo de ácidos grasos omega 3, que se encuentran en el pescado azul sobre todo, puede ser muy beneficioso para disminuir el riesgo cardiovascular.
• Practicar deporte o realizar ejercicio físico ayuda a renovar el depósito de grasas corporales, evitando así que se acumulen de forma crónica. Además, disminuye los niveles de colesterol, triglicéridos y de azúcar en sangre.
• Evitar fármacos antirretrovirales antiguos que se asocien a lipodistrofia. Siempre se deberá consultar al médico para realizar cualquier cambio en la medicación. El médico especialista podrá decidir qué fármacos son adecuados y cuáles no lo son. No hay que olvidar que los antirretrovirales son tremendamente efectivos y han ayudado a que la epidemia por VIH se controle y no implique la muerte a los pocos años de la infección.