Listeriosis
La listeriosis, provocada por una bacteria, afecta especialmente a embarazadas y personas inmunodeprimidas. Si se transmite al feto en desarrollo puede causarle la muerte. Te explicamos cómo prevenirla.

Causas de la listeriosis

Por: David Saceda Corralo

Médico Interno Residente, especialista en Dermatología Medicoquirúrgica y Veneorología

Actualizado: 21 de septiembre de 2022

Cuando hablamos de las causas de la listeriosis hay que apuntar a la bacteria Listeria monocytogenes, que se introduce en nuestro organismo cuando la ingerimos mediante el consumo de alimentos contaminados, como la carne mechada que ha provocado en Andalucía el mayor brote de listeriosis registrado en España hasta la fecha. Las personas también podemos infectarnos de listeria mediante el consumo de vegetales crudos sin lavar (por la contaminación del suelo o el fertilizante usado en su producción), por la toma de leche sin pasteurizar, o bien tras comer productos procesados contaminados en su envasado o manipulación (embutidos, salchichas de perritos calientes, quesos blandos…). 

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En todos estos casos, al llegar al intestino, la bacteria entra en contacto con los enterocitos (células que recubren la pared del intestino por dentro) y pasa a su interior. A partir de entonces el patógeno puede pasar de célula en célula sin estar nunca en el medio externo.

Cuando esto sucede en las personas sanas no tiene mayor repercusión porque la Listeria se aísla en el intestino y no se dispersa por el organismo, pero cuando le ocurre a una persona con la inmunidad celular baja la bacteria es capaz de eludir esas defensas debilitadas y provocar infección a varios niveles.

A quién puede afectar más la infección por listeria

Las personas más vulnerables para contraer una infección por la Listeria monocytogenes son las siguientes:

  • Ancianos (se estima que el 50% de los afectados es mayor de 65 años), especialmente si sufren alguna patología.
  • Diabéticos mal controlados o con muchos años de evolución de la enfermedad.
  • Embarazadas.
  • Neonatos.
  • Pacientes con cáncer sólido o hematológico, tanto por el cáncer en sí mismo como por el tratamiento de quimioterapia que conlleva.
  • Enfermos de sida.
  • Pacientes en tratamiento crónico con corticoides.
  • Enfermos del hígado o del riñón.
  • Personas que se hayan sometido a un trasplante de órganos.

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Todas estas personas tienen en común un estado de inmunosupresión más o menos constante y más o menos intenso. En el apartado de síntomas explicamos la repercusión clínica de la listeriosis en algunos de ellos por tener características particulares.

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