Qué hacer ante una dislocación o luxación
Actualizado: 22 de septiembre de 2022
Se debe comprender que una luxación y una fractura presentarán signos y síntomas muy parecidos, siendo difícil diferenciarlas. Por eso es importante seguir unos pasos que servirán en ambas situaciones, evitando así riesgos innecesarios:
- Localizar la articulación afectada. Si la víctima sospecha que se ha dañado la espalda, el cuello o la cadera, no moverla. Llamar al número de emergencias y esperar a que acudan, sin abandonar a la víctima en ningún momento.
- Inmovilizar el miembro en la posición en la que se encontró (sin manipular) con un cabestrillo o una férula improvisada. El objetivo es que el miembro se mueva lo menos posible, pero observando que no quede demasiado ajustado. En el caso de una subluxación, colocar el miembro en una posición anatómica normal e inmovilizar de manera que el paciente esté cómodo.
- Si existen heridas, antes de inmovilizar el miembro se deben limpiar y cubrir con gasas estériles o paños limpios.
- Aplicar frío local (hielo, bolsas de agua fría) para reducir la inflamación y el dolor.
- Dejar la articulación en reposo absoluto.
- Una vez asegurada la articulación, trasladar al accidentado a un hospital para que se le hagan las pruebas pertinentes y le administren el tratamiento adecuado.
Qué no hacer en caso de luxación
Como en todas las situaciones, existen algunas normas a seguir para que el accidentado sea atendido de manera correcta y no sea expuesto a riesgos por imprudencias. Esto es lo que no se debe hacer en caso de luxación o dislocación:
- No abandonar a la víctima en ningún momento hasta que pueda ser atendida por los servicios sanitarios, familiares, etcétera.
- Nunca intentar recolocar la articulación ni manipular el miembro de ninguna manera. Si resulta ser una fractura provocaría grandes daños y muchísimo dolor, y si la maniobra se realiza de forma incorrecta podría quedar una lesión permanente.
- No aplicar pomadas ni proporcionar medicamentos, a no ser que esté previamente prescrito por un médico.
- No mover a una persona con sospecha de lesión en el cuello, columna o cadera. En caso de que sea estrictamente necesario movilizarle (porque esté en la carretera por ejemplo) tirar de su ropa y no hacer movimientos bruscos.
- No dar masajes en la zona lesionada por la luxación, pues solo se ocasionaría más daño y ningún beneficio.
Creado: 12 de marzo de 2013