El principal temor de las embarazadas sobre el zika es la microcefalia, un problema que no consiste sólo en tener la cabeza pequeña, sino que tiene múltiples y graves implicaciones en el desarrollo del niño.
Doctora en Medicina, especialista en Medicina Interna y experta en microbiota
Actualizado: 22 de septiembre de 2022
Hay microcefalias que se deben a una alteración primaria en el desarrollo del cerebro. La microcefalia está presente desde el nacimiento. En estos casos hay menor número y tamaño de células cerebrales:
La microcefalia puede ser un problema aislado, presente desde el nacimiento y sin otras complicaciones ni problemas asociados. También se llama ‘microcefalia vera o verdadera’, o ‘microcefalia primaria’. Es un trastorno muy raro de causa genética. Hay una forma autosómica recesiva, otra dominante, y se ha descrito otra forma ligada al cromosoma X.
La microcefalia sindrómica es la que está asociado a diversos síndromes en los que la microcefalia es uno de los signos del síndrome. Los síndromes en los que la microcefalia es característica son, entre otros: el síndrome de Down, la trisomía del cromosoma 18, la trisomía del cromosoma 13, el síndrome de Seckel, el síndrome de Smith-Lemli-Opitz, el síndrome de Williams-Beuren, el síndrome de Cornelia de Lange, la lisencefalia de Miller-Dieker, el síndrome de Wolf-Hirschhorn, el síndrome del maullido de gato, la monosomía 1p36, el síndrome de Mowat-Wilson, el síndrome de Rubinstein-Taybi y el síndrome de Aicardi-Goutières.
Por otro lado, múltiples anomalías neuroanatómicas se asocian a microcefalia, como los defectos del tubo neural (anencefalia, hidranencefalia, encefalocele), holoprosencefalia, atelencefalia, lisencefalia, esquizencefalia, polimicrogiria, macrogiria o paquigiria, y secuencia disruptiva del cerebro fetal. Todas ellas se asocian a alteraciones del coeficiente intelectual y el desarrollo del niño, y pueden afectar al pronóstico vital en mayor o menor medida según el grado de afectación. Muchas son incompatibles con la vida.
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La microcefalia también puede ser secundaria a una detención del crecimiento cerebral. Se podrían distinguir:
Exposición a tóxicos in utero: alcohol, tabaco, cannabis, cocaína, heroína, fármacos antineoplásicos, fármacos antiepilépticos, radiaciones ionizantes, tolueno.
Infecciones del sistema nervioso central en la infancia precoz: meningitis y meningoencefalitis víricas, bacterianas, abscesos cerebrales, tuberculosis cerebral…