Microcefalia
El principal temor de las embarazadas sobre el zika es la microcefalia, un problema que no consiste sólo en tener la cabeza pequeña, sino que tiene múltiples y graves implicaciones en el desarrollo del niño.

Tratamiento y prevención de la microcefalia

Por: Dra. Sari Arponen

Doctora en Medicina, especialista en Medicina Interna y experta en microbiota

Actualizado: 22 de septiembre de 2022

No hay un tratamiento específico para la microcefalia. Únicamente se pueden paliar en alguna medida algunos síntomas. Por ejemplo, si hay crisis epilépticas se darán fármacos antiepilépticos. La fisioterapia, la logopedia, la estimulación temprana y la educación especial son necesidades imperiosas para la mayoría de estos niños y sus familias que, además necesitarán de un importante apoyo psicológico y social. 

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Si hay defectos anatómicos importantes algunas técnicas quirúrgicas pueden ser útiles. La craneosinostosis se puede tratar cortando en unas zonas el hueso y a veces cambiando los fragmentos de sitio para que no haya presión en el cerebro del niño, que el cerebro pueda seguir creciendo y mejorar la apariencia del cráneo. Si hay malformaciones asociadas a la microcefalia como el labio leporino o un paladar hendido, se pueden operar.

Para el retraso mental tampoco hay ningún tratamiento curativo, pero se debe intentar mejorar al máximo la situación de los niños afectados por ello. La estimulación temprana en sus diversas modalidades y las terapias psicológicas, la ludoterapia, la terapia con animales, con música… pueden ayudar a conseguir unas mayores cotas de autonomía del niño. 

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Claves para evitar la microcefalia

Hay casos de microcefalia que se pueden evitar. Una mujer embarazada no debe consumir tóxicos como el tabaco o el alcohol, que son muy perjudiciales al igual que otras drogas como la cocaína o la heroína. A veces se dice que “Es mejor fumar un poco que dejar de fumar y tener ansiedad en el embarazo”; esto no es cierto salvo en algunos casos extremos de enfermedad psiquiátrica: el tabaco siempre es peor que la ansiedad materna para el desarrollo fetal.

Por otro lado, es importantísimo que todas las mujeres en edad fértil estén vacunadas de la rubéola. Igualmente, durante el embarazo no se deben consumir fármacos que no sean seguros para el desarrollo fetal, salvo que el beneficio supere al riesgo.

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Por desgracia, muchos casos de microcefalia no se pueden evitar, con el sufrimiento que supone ello para la familia y el niño con microcefalia. En los pacientes en los que la causa es genética se puede realizar una consulta específica de consejo genético si los padres desean tener más hijos. 

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