Diagnóstico del neumotórax
Actualizado: 21 de septiembre de 2022
Para diagnosticar el neumotórax es fundamental de forma inicial la sospecha diagnóstica. Si una persona cuenta que “le duele el pecho” o el costado de forma punzante, y que el dolor aumenta con la tos y la inspiración, es probable que el médico pueda sospechar que el paciente tenga un neumotórax (aunque tendrá a la vez en mente otras posibilidades diagnósticas).
El médico realizará una exploración física en busca de signos sugestivos de neumotórax. En la auscultación pulmonar con el fonendoscopio es típica la disminución de los ruidos normales del pulmón (el llamado ‘murmullo vesicular’ se escuchará poco o nada). Si se percute sobre el pulmón afectado se oirá un sonido timpánico. Además, disminuye la transmisión de las vibraciones vocales por la pared torácica del lado afectado.
Para determinar el diagnóstico definitivo de confirmación de neumotórax se debe realizar una radiografía de tórax posteroanterior. Si el neumotórax es pequeño, puede ser difícil de identificar. Por ello, cuando se sospecha un neumotórax, se suele solicitar la realización de esa radiografía en espiración forzada. Al paciente le piden que eche todo el aire que pueda, y que aguante en esa situación mientras se realiza la radiografía.
Hay ocasiones en las que se realiza una tomografía computarizada (TC o escáner) si queda alguna duda diagnóstica, sobre todo si lo que se desea es averiguar una posible causa médica secundaria del neumotórax. En los casos de lesiones torácicas traumáticas por herida de bala o cuchillo también puede ser de ayuda, aunque hay ocasiones en las que la gravedad del paciente puede obligar a intervenir quirúrgicamente sin poder realizar un estudio completo previo.
El neumotórax tiene unos síntomas que no son específicos. Por lo tanto, hay que realizar el diagnóstico diferencial con otros procesos, que pueden producir dolor de costado o de pecho y sensación de falta de aire. Son cuadros como el infarto agudo de miocardio, el tromboembolismo pulmonar, la pericarditis, la rotura esofágica o la disección aórtica. Un electrocardiograma o una analítica con marcadores de lesión miocárdica pueden ser de mucha utilidad, al igual que la mencionada TC, para distinguir entre un cuadro u otro si no queda claro el diagnóstico.
Creado: 13 de mayo de 2016