Oncocercosis
La oncocercosis o ceguera de los ríos es una enfermedad causada por un gusano tropical, que produce alteraciones en la piel o los ojos. Reducir o eliminar los focos de transmisión permitirá acabar con esta lacra.

Qué es la oncocercosis

Insecto que transmite la oncocercosis

La oncocercosis se transmite por moscas negras en algunas regiones del África subsahariana (sobre todo en áreas rurales), y en zonas concretas de Brasil y Venezuela.

Por: Dra. Sari Arponen

Doctora en Medicina, especialista en Medicina Interna y experta en microbiota

Actualizado: 21 de septiembre de 2022

La oncocercosis es una enfermedad tropical producida por un gusano que se llama Onchocerca volvulus. Se transmite por moscas negras en grandes áreas, sobre todo rurales, del África subsahariana, y en dos focos en América (en Brasil y Venezuela, en zonas concretas). Hay millones de personas afectadas, y medio millón de éstas sufren de ceguera. Como las moscas negras se crían en zonas de agua dulce, también se denomina a esta enfermedad como ‘ceguera de los ríos’.

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Los síntomas que produce este parásito pueden ser cutáneos, con diversos tipos de síntomas en la piel, desde el picor con pequeñas papulitas, hasta la alteración de la coloración y la elasticidad y el grosor de la piel. La aparición de bultos nodulares es otra manifestación común. Pero es sin duda la posibilidad de que el gusano afecte al ojo lo más preocupante, puesto que puede producir ceguera irreversible en las personas afectadas.

Los viajeros esporádicos a las zonas de transmisión del gusano es poco frecuente que se infecten, puesto que habitualmente se necesitan múltiples picaduras por moscas infectadas, durante un período de más de un año, para que se produzca la infección. Es una enfermedad que afecta sobre todo a la población local de áreas rurales dedicadas a la agricultura, con gran repercusión en su vida por el estigma y la discapacidad que produce.

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La enfermedad se sospecha cuando aparecen síntomas cutáneos u oculares compatibles en personas que viven en zonas endémicas. Para el diagnóstico se suelen realizar biopsias cutáneas y examen oftalmológico por lámpara de hendidura. El tratamiento se realiza con ivermectina durante períodos prolongados, hasta que el paciente se quede sin síntomas. Los programas de erradicación con administración masiva de ivermectina podrían permitir la desaparición completa de la enfermedad en un futuro, puesto que el hombre es el único huésped de este parásito.

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