Causas y factores de riesgo de la osteonecrosis

La mayor parte de las osteonecrosis se deben a algún traumatismo que ocasiona un déficit sanguíneo en alguna zona del hueso afectado. Las fracturas y las luxaciones pueden generar la interrupción de las arterias que aportan sangre a una zona ósea o a una articulación. Esto se produce con cierta frecuencia en las fracturas de cadera, en algunas zonas de la tibia y rodilla, en la muñeca, etcétera.

Existen otro buen número de causas de osteonecrosis o infarto óseo que no son traumáticas, entre las que destaca el abuso de alcohol. En pacientes con consumos por encima de 500 ml semanales de alcohol se estima que presentan un riesgo de osteonecrosis por encima del 4% con respecto a individuos no alcohólicos, y cuando el consumo semanal es mayor de 1 litro este riesgo alcanza casi el 20%. En este caso el mecanismo que lo produce no está bien aclarado, pero se mantiene la hipótesis de pequeñas embolias grasas y un agrandamiento de las células grasas del hueso que provocan el compromiso del riego sanguíneo.

Otra causa fuertemente relacionada con esta patología ósea es el tratamiento crónico con corticoides (entre un 20-30% de los casos), sobre todo cuando las dosis diarias son superiores a 20 mg de prednisona durante más de tres meses. Son muchas las enfermedades que necesitan este tipo de tratamiento de manera crónica, particularmente algunas enfermedades autoinmunes como el lupus eritematoso, o incluso pacientes receptores de trasplantes. En este tipo de enfermos se presenta un mayor riesgo de necrosis avascular tanto por el uso de estos fármacos así como por la propia predisposición que pueden presentar a este trastorno.

Cabe mencionar algunas otras enfermedades que suponen un incremento del riesgo de presentar osteonecrosis, como son:

• Enfermedades de la sangre, como algunos trastornos de la hemoglobina, anemia drepanocítica, etcétera.
• Síndrome de descompresión o disbarismo, en inmersiones submarinas muy profundas o muy prolongadas; también, aunque menos frecuente, en aviadores o pilotos.
• Pacientes en hemodiálisis por insuficiencia renal crónica.
• Radioterapia por tratamientos oncológicos.
• Alguna enfermedades raras como la enfermedad de Gaucher.
• Algunas osteonecrosis idiopáticas, o de causa desconocida, como las de la infancia (Enfermedad de Legg-Calvé-Perthes).

Aunque se produzca alguna de estas causas, deben existir algunos otros factores predisponentes en las personas que lo sufren para desarrollar la necrosis del hueso, estipulándose la coexistencia de factores genéticos, metabólicos y del propio hueso (red vascular más precaria o defectuosa) para que finalmente se desarrolle la enfermedad.