Osteonecrosis
La osteonecrosis o infarto óseo hace referencia a la muerte literal de un hueso, debido a la falta de riego sanguíneo en el mismo como consecuencia de traumatismo, abuso de alcohol o ciertos medicamentos.

Diagnóstico de la osteonecrosis

Por: Dr. José Antonio Nuevo González

Especialista en Medicina Interna. Servicio de Urgencias del Hospital Gregorio Marañón de Madrid

Actualizado: 28 de junio de 2022

Establecer el diagnóstico de la osteonecrosis puede entrañar una gran dificultad al inicio de la enfermedad, cuando no existe dolor ni otros signos en el paciente. Cuando estos sí están presentes, la sospecha diagnóstica puede motivar la realización de determinadas pruebas radiológicas que ayuden a confirmar o descartar el problema:

  • Radiografía simple. La realización de una radiografía puede en algunos casos poner de manifiesto algunos hallazgos que sugieran este problema. Algunos indicios como la pérdida de masa ósea localizada, formación de pequeños quistes óseos en alguna articulación o la forma de semi luna cercana al cartílago pueden hacer sospechar una necrosis avascular.
  • Gammagrafía ósea marcada con Tecnecio 99. En algunos casos en los que las radiografías no han mostrado datos relevantes, pero existe la sospecha por unos síntomas muy sugerentes, esta prueba puede ayudar en el diagnóstico de esta enfermedad.
  • Resonancia magnética. Actualmente se considera la prueba de mayor sensibilidad para el diagnóstico de osteonecrosis. Es altamente útil incluso en períodos iniciales donde los daños óseos son todavía imperceptibles para otras pruebas o los síntomas no se han manifestado o son muy tenues. Permite además cuantificar la extensión del daño, las zonas afectadas, etc, lo que hace posible una planificación más exacta del tratamiento quirúrgico.

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Se pueden establecer algunas fases en relación con los hallazgos de las pruebas radiológicas que determinan la evolución que está siguiendo la necrosis. Oscila desde una fase silente o asintomática, pasando por hallazgos de pérdida de osificación, formación de quistes en el hueso, hasta degeneración y colapso de la articulación afectada.

Por otro lado, hay que recordar que los análisis de sangre no aportan información adicional a esta enfermedad.

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