Los investigadores siguen buscando métodos eficaces que puedan aliviar los síntomas del párkinson. En uno de esos estudios, realizado por la McGill University Health Centre de Canadá, han comprobado que la cafeína podría ayudar a tener bajo control los movimientos involuntarios que padecen estos pacientes.
En el estudio, se dividió en dos a un grupo de pacientes con párkinson, a la mitad se le dio un placebo y a la otra mitad se le administró durante tres semanas dosis de 200 miligramos de cafeína a diario, y de 400 mg en las tres siguientes semanas.
Los efectos de este estudio sobre cafeína y párkinson han sido tan sólo “marginales”, por lo que lo recomiendan simplemente como un “complemento a la medicación
Los investigadores utilizaron la cafeína con el fin de estudiar cómo afectaba ésta a la somnolencia. Ya se sabe que esta sustancia consigue reducir de manera temporal el cansancio e incrementa el estado de alerta. Al actuar sobre el sistema nervioso central y el cardiovascular, los expertos analizaron cómo influía su consumo en los síntomas motores más habituales de la enfermedad, desde la rigidez muscular a la falta de equilibrio, a la lentitud de movimientos o los temblores.
Los resultados indicaron que los individuos que habían recibido la cafeína consiguieron mejorar sus síntomas en una escala de cinco puntos respecto a los demás. No obstante, los investigadores han indicado que los efectos han sido tan sólo “marginales”, por lo que lo recomiendan simplemente como un “complemento a la medicación”, ya sea a través de café o de té.
Fuente: revista ‘Neurology’
Actualizado: 1 de agosto de 2017