La pielonefritis aguda es una infección de la vía urinaria superior causada por gérmenes que ascienden a través de los uréteres que comunican los riñones con la vejiga. Su tratamiento precoz evita complicaciones.
Especialista en Medicina Interna del Hospital Universitario Príncipe de Asturias
Actualizado: 22 de septiembre de 2022
La presencia de la tríada de síntomas compuesta por fiebre, escalofríos y dolor lumbar sugiere la existencia de una pielonefritis aguda, aunque como se ha dicho previamente solo en el 60% de los pacientes con estos síntomas se comprueba posteriormente que tienen dicha enfermedad. La exploración física es importante para intentar orientar el diagnóstico de pielonefritis, aunque los hallazgos físicos son muy variables. De hecho, en muchos casos puede ser completamente normal. Uno de los hallazgos más característicos es la presencia de dolor a la percusión en la región lumbar del lado afectado.
PUBLICIDAD
Ante la sospecha de pielonefritis deben realizarse las siguientes pruebas complementarias:
Analítica de sangre: debe incluir un hemograma (prueba analítica que ofrece información acerca de los diferentes tipos de células presentes en la sangre, fundamentalmente glóbulos blancos, glóbulos rojos y plaquetas) y una bioquímica que permita comprobar el funcionamiento del riñón. En el hemograma suele existir un aumento del número de glóbulos blancos, aunque en casos evolucionados el numero de estos puede ser normal o incluso bajo. Este dato (presencia de pocos glóbulos blancos) se considera de mal pronóstico, ya que aumenta la posibilidad de que se desarrolle una sepsis de origen renal. En la bioquímica son datos de mal pronóstico la elevación de parámetros como la creatinina o la urea, que indican insuficiencia renal (la medición en sangre de estas sustancias se utiliza para monitorizar la correcta función de los riñones).
Análisis de orina: la presencia de piuria (pus en la orina) es un hallazgo casi constante, aunque puede no estar presente en algunos casos. Por otro lado, la presencia de nitritos en orina es también bastante frecuente, aunque algunos gérmenes causantes de pielonefritis no producen nitritos (los nitratos son unas sustancias presentes en la orina que son convertidos a nitritos por la acción de bacterias, lo que sugiere la existencia de infección urinaria).
Cultivo de orina o urocultivo: es la prueba fundamental para establecer qué microorganismo es el causante de la pielonefritis. Debe recogerse de la mitad del chorro, desechando la primera parte de la micción, y habiéndose lavado previamente la región genital. La muestra debe recogerse antes de iniciar tratamiento con antibióticos.
Hemocultivo o cultivo de una muestra de sangre: se debe obtener si el paciente presenta fiebre. Sólo es positivo en el 20-30% de los pacientes, siendo más frecuente en ancianos, diabéticos, enfermos con insuficiencia renal, o si existe obstrucción del flujo urinario.
Pruebas de imagen: las pruebas de imagen no son necesarias en las pielonefritis agudas no complicadas. La radiografía simple de abdomen está indicada si se sospecha la existencia de urolitiasis por los síntomas que describe el paciente, por sus antecedentes, o si el paciente es diabético y sufre una pielonefritis grave. La ecografía abdominal está indicada sólo en pacientes con afectación importante del estado general, signos de sepsis, o factores de riesgo por anomalías en la vía urinaria, para descartar la existencia de obstrucción. Igualmente, la persistencia de fiebre después de 48-72 horas a pesar de un tratamiento antibiótico correcto, es indicación de realizar una ecografía abdominal para descartar la existencia de un absceso renal.