Poliomielitis
La poliomielitis, una enfermedad infecciosa que puede causar discapacidad, suele ser asintomática, lo que favorece su propagación y hace de las campañas de vacunación el único método de control efectivo.

Prevención de la poliomielitis

Por: David Saceda Corralo

Médico Interno Residente, especialista en Dermatología Medicoquirúrgica y Veneorología

Actualizado: 24 de octubre de 2024

La polio no tiene cura, por lo que las esperanzas para combatirla se basan en la vacuna antipoliomielítica oral (OPV), utilizada sobre todo entre los menores de 5 años, los más afectados por esta enfermedad infecciosa. La transmisión del virus de la polio utiliza la misma vía que cualquier otro enterovirus: el contacto ano-mano-boca. Es decir, el virus se elimina principalmente por las heces o saliva, que pueden entrar fácilmente en contacto con la mano, y así se pasa de persona en persona. Un método para evitar la propagación de la poliomielitis es mantener unas medidas correctas de higiene, con un lavado frecuente de las manos, un control de los desperdicios, evitar el abono orgánico humano en los cultivos, etcétera.

PUBLICIDAD

Estas medidas también ayudan a evitar otras enfermedades como la disentería, las gastroenteritis, la salmonelosis… Sin embargo, las consecuencias del virus de la polio son más graves y su vacunación es suficientemente efectiva como para estar obligados a utilizarla.

Vacunación global de la polio salvaje para erradicar la enfermedad

La vacuna de la poliomielitis que se utiliza a día de hoy es la tipo Sabin, es decir, la oral. Consiste en dejar caer unas gotas en la boca de los niños; esta dosis debe repetirse pasados unos meses para que la vacuna sea completamente efectiva. Concretamente la dosis se debe inocular por primera vez a los dos meses de vida, luego a los cuatro meses, a los seis-12 meses, y una última dosis de refuerzo a los cuatro-seis años de edad.

PUBLICIDAD

Prevención de la poliomielitis

Alrededor del mundo, miles de médicos, voluntarios y cooperantes han ido casa por casa, niño por niño, poniendo la vacuna. El éxito de esta campaña ha sido enorme, se pasó de 1.000 casos de polio en el mundo al día a 1.000 casos de polio en el mundo al año. Millones de personas han sido salvadas de una parálisis que les provocaría una dependencia de por vida, y ha supuesto un ahorro económico de 2.500 millones de dólares cada año.

En mayo de 2014 el esfuerzo mundial para erradicar la polio fue declarado una Iniciativa de Salud Pública de Importancia Internacional que ha reducido el número de casos más de un 99% desde que se puso en marcha, hasta la última reunión que tuvo lugar en julio de 2024, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

PUBLICIDAD

En 2020, África se convirtió en la quinta región que la OMS certificó como libre de poliovirus salvaje. Sin embargo, en algunas zonas de Afganistán y Pakistán todavía se registran casos de poliomielitis. Su erradicación en esos países está siendo muy difícil, ya que en muchos casos las autoridades locales, oficiales y religiosas, interpretan la vacuna como un método de control por parte de Occidente. 

Si se consiguiese erradicar la polio en estas regiones del mundo se convertiría en la segunda enfermedad erradicada de la faz de la tierra, junto con la viruela. Ese objetivo supondría olvidar una enfermedad para siempre, ya que, mientras haya un niño infectado de polio en el mundo, ningún otro está a salvo.

PUBLICIDAD

PUBLICIDAD