Diagnóstico de la rabia
Por: David Saceda Corralo
Médico Interno Residente, especialista en Dermatología Medicoquirúrgica y Veneorología
Actualizado: 23 de septiembre de 2022
Los síntomas y signos clínicos son poco específicos, por lo que es difícil llegar al diagnóstico de la rabia. El síntoma más característico que puede llevar a pensar en que se trata de rabia son los espasmos faríngeos que provocan hidrofobia (miedo al agua) o aerofobia (miedo al aire).
El dato que alerta al médico es el antecedente de un arañazo o una mordedura de un animal. Siempre que sea posible, se debe obtener información del animal que ha atacado a la persona; esto es fácil si es un perro doméstico, pero es más difícil si se trata de un animal callejero o salvaje. En cualquier caso, se recomienda alertar a las autoridades por si pueden capturarlo y llevarlo a un centro de acogida. El modo más fiable de saber si un animal padece la rabia es sacrificarlo y analizar su cerebro, algo que no se suele hacer de manera rutinaria.
Aparte del diagnóstico clínico, hay pruebas que se pueden realizar en el ser humano para comprobar si padece la rabia. Se puede analizar la saliva o el líquido cefalorraquídeo para buscar el virus a través de técnicas inmunológicas; el problema es que estas pruebas precisan demasiado tiempo y, cuando se obtiene el resultado, puede ser demasiado tarde.
Se empieza a utilizar el análisis de biopsia de piel, donde se puede encontrar el virus, pero el diagnóstico más seguro es el análisis de biopsias cerebrales en la autopsia una vez que la persona ha muerto.
Creado: 22 de abril de 2013