Resistencia a la insulina
La resistencia a la insulina es un problema de salud frecuente, asociado a la obesidad y el sedentarismo, y que puede ser la antesala de la diabetes y otros problemas cardiovasculares. Descubre cómo prevenir su aparición.

Síntomas de la resistencia a la insulina

Por: Dr. José Antonio Nuevo González

Especialista en Medicina Interna. Servicio de Urgencias del Hospital Gregorio Marañón de Madrid

Actualizado: 28 de junio de 2022

La resistencia a la insulina puede ser difícil de definir clínicamente, es decir, por unos síntomas concretos, puesto que no es una enfermedad como tal. En todo caso, y dado que se manifiesta como un signo de otras patologías, algunos de estos síntomas pueden hacer sospechar este proceso:

  • Existe un aumento de la necesidad de beber, conocido como polidipsia. Los niveles elevados de glucosa en sangre provocan un aumento de la sed en el individuo con resistencia a la insulina.
  • También se observa que estas personas tienen un mayor número de micciones, llamado poliuria. Esto se debe también al aumento de las cifras de glucosa que inducen una mayor producción de orina.
  • Hay una necesidad mayor de ingerir alimentos, particularmente azúcares o hidratos de carbono. Este proceso se explica por la incapacidad de asimilar la glucosa en los tejidos, como los músculos.
  • El hecho de no asimilar los azúcares en el músculo produce una sensación de cansancio generalizado, puesto que no se está proporcionando al tejido muscular la fuente de energía necesaria para funcionar adecuadamente.
  • Aumento de peso. Es un síntoma imprescindible para el desarrollo de este síndrome, dado que se reconoce como una causa sine qua non el depósito de grasa abdominal. La distribución anómala de la grasa en otras zonas del cuerpo también se pone de manifiesto, contribuyendo así a un aumento del índice de masa corporal (IMC).
  • Acantosis nigricans: consiste en la hiperpigmentación (oscurecimiento) de algunas zonas del cuerpo, sobre todo en cuello, regiones axilares y en las ingles. Es el resultado de la acción que tiene el aumento de insulina en sangre, induciendo estos cambios celulares y en la pigmentación de la piel en estos individuos. También pueden aparecer pequeñas verrugas en la región del cuello (fibromas cutáneos).
  • Desarrollo de trastornos cardiovasculares: como se menciona en el primer apartado, la resistencia insulínica está íntimamente ligada al síndrome metabólico. De tal forma que una vez desarrollada ésta la aparición de hipertensión arterial, alteraciones en los niveles de lípidos (hipercolesterolemia, hipertrigliceridemia), prediabetes o diabetes es cuestión de tiempo. Al combinarse estos factores, la incidencia de eventos cardiacos es mucho mayor.
  • Hirsutismo: aunque no se puede asociar directamente con la resistencia a la insulina, es cierto que en los casos en que este trastorno forma parte del síndrome de ovario poliquístico puede apreciarse un exceso de vello en zonas donde no suele aparecer en la mujer. En este mismo contexto puede asociarse un cuadro de virilización y de alteraciones en la fertilidad de las mujeres.

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Por tanto, los síntomas de la resistencia a la insulina no son probablemente exclusivos de este síndrome, sino que forman parte de enfermedades como la diabetes, la obesidad, el síndrome metabólico y el síndrome de ovario poliquístico.

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