Sarna
La sarna o escabiosis es una enfermedad de la piel, causada por un ácaro, que se puede contagiar con facilidad. Todavía es una enfermedad bastante común en cualquier parte del mundo y los casos están creciendo con la pandemia. Descubre cómo se trata.

Prevención de la sarna

Por: David Saceda Corralo

Médico Interno Residente, especialista en Dermatología Medicoquirúrgica y Veneorología

Por: José González Sancho

Periodista especializado en salud y bienestar

Actualizado: 9 de octubre de 2024

La sarna, conocida médicamente como escabiosis, es una infección cutánea causada por un ácaro microscópico, el arador de la sarna (Sarcoptes scabiei), por ello tiene facilidad para propagarse por el contacto directo con la piel de una persona infectada o bien mediante objetos contaminados, como pueden ser la ropa o las sábanas. A continuación, te presentamos algunas medidas que pueden ayudar a prevenir la transmisión de la sarna:

  • Evitar el contacto con personas infectadas de sarna: el contacto directo con una persona infectada es la principal vía de contagio de la sarna. Es por ello que evitar la interacción física cercana con individuos que presenten síntomas, como picazón intensa y lesiones cutáneas, es una medida preventiva esencial. Esto incluye el contacto en situaciones cotidianas, como abrazos o compartir la cama. Recuerda que el uso de preservativo no evita el contagio.
  • Lavar la ropa y sábanas con agua caliente: aunque el ácaro de la sarna no vive mucho tiempo fuera del cuerpo humano (generalmente entre 2 a 3 días), puede sobrevivir en objetos textiles cotidianos. Por ello, para prevenir la propagación del ácaro causante de la escabiosis es fundamental lavar la ropa, sábanas y toallas con agua caliente, preferentemente a temperaturas superiores a 60 grados Celsius, ya que el calor ayuda a eliminar cualquier presencia del parásito y sus huevos. También secarlas al sol o bien con una secadora en seco o de ciclo caliente. Mete lo que no puedas lavar en una bolsa de plástico durante una semana. El personal de lavandería o personas que vayan a realizar esta limpieza es aconsejable que utilicen guantes y batas desechables.
  • Tener la precaución de no compartir ropa, sábanas y toallas en lugares como campamentos, escuelas, residencias y otros espacios comunitarios. La sarna es más común en lugares donde las personas viven en condiciones de hacinamiento o donde comparten espacios reducidos por mucho tiempo, como albergues, residencias estudiantiles o prisiones. Mantener los artículos personales sin contaminar y una higiene adecuada en estos ambientes, así como evitar la aglomeración excesiva son medidas preventivas importantes para reducir el riesgo de contagio de sarna.
  • Si hay una persona infectada en una casa, se deben aumentar las medidas de limpieza: se recomienda aspirar alfombras y moquetas, limpiar al vapor sofás y colchones incidiendo en los pliegues, además de lavar todas las prendas de vestir y textiles del hogar (incluidos peluches) que hayan estado en contacto con la persona infectada, así como ventilar las habitaciones, y sacudir las sábanas al aire libre para eliminar cualquier rastro del ácaro.
  • Tratamiento temprano de los casos sospechosos: identificar y tratar los casos de sarna lo antes posible es crucial para detener su propagación. Los tratamientos incluyen el uso de medicamentos tópicos como la permetrina o el ivermectina oral, que deben ser administrados a todas las personas en contacto cercano con el infectado, aunque no presenten síntomas.
  • El rascado debido a la picazón que causa la sarna puede generar heridas y aumentar el riesgo de infecciones secundarias en la piel. Para prevenirlas, se aconseja lavarse las manos con frecuencia, mantener las uñas limpias y cortas, y aplicar trapos mojados con agua fría en las zonas afectadas para aliviar el picor.
  • Cuarentena o aislamiento temporal: en casos de brotes en instituciones o entornos colectivos, se recomienda el aislamiento temporal de las personas infectadas hasta que completen el tratamiento y se verifique la eliminación de los ácaros, lo que puede llevar aproximadamente una semana.

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Estas medidas, cuando se aplican correctamente, pueden reducir significativamente las posibilidades de contagio de la sarna y ayudar a controlar la propagación en entornos compartidos.

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