Qué es un shock
Actualizado: 3 de julio de 2024
El shock es un estado en el que entra el cuerpo cuando no recibe aporte suficiente de sangre a los tejidos y, por tanto, no llega el oxígeno (hipoxia) y nutrientes necesarios a los tejidos y órganos para que éstos realicen sus funciones, lo que resulta en un fallo en la perfusión tisular. Esto puede llevar a daño celular y acidosis (acumulación de productos de desecho ácidos debido a la falta de oxígeno), y si no se trata adecuadamente, como resultado se produce un fallo multiorgánico, ya que los órganos vitales, como el corazón, los riñones y el cerebro pueden fallar si no reciben suficiente oxígeno, pudiendo ser fatal.
El shock es una afección grave, en caso de no recibir tratamiento urgente los daños pueden ser irreparables, pudiendo llegar incluso a la muerte del accidentado. Por ello, si detectamos que alguien está sufriendo un shock, es fundamental que le demos los primeros auxilios para reducir el riesgo de que los órganos vitales sean dañados.
Hay diferentes motivos que pueden provocar este estado de shock, pero los más comunes son, por ejemplo, la pérdida de sangre masiva causada por traumatismos o quemaduras graves, la congelación de tejidos, reacciones alérgicas severas, deshidratación o pérdida extrema de líquidos, infecciones graves como sepsis, y fallos cardíacos (infarto de miocardio o insuficiencia cardíaca), causas en definitiva que impiden la correcta distribución del oxígeno por el cuerpo.
Tipos de shock
El estado de shock no es una enfermedad, sino un estado originado por otro motivo. La clasificación de los tipos de shock se hace según el origen de dicho problema:
- Shock cardiogénico: se llama así cuando el shock tiene origen cardíaco, como por ejemplo en la insuficiencia cardíaca o en un infarto de miocardio, el corazón no bombea sangre correctamente a todo el cuerpo y pueden fallar múltiples órganos.
- Shock hipovolémico: hipovolemia quiere decir ‘volumen bajo de líquidos’, es la pérdida significativa de volumen sanguíneo o de líquidos. Esto ocurre por ejemplo en grandes hemorragias donde se pierde mucha sangre, en casos de deshidratación severa, o en quemaduras graves donde también existe pérdida importante de líquidos.
- Shock anafiláctico: causado por una reacción alérgica grave, todo el cuerpo reacciona ante un agente alérgeno, y la dificultad para respirar hace que no se obtenga suficiente oxígeno.
- Shock séptico: originado por infecciones. La infección se extiende desde el foco (una herida infectada por ejemplo) a través de la sangre, afectando a los órganos e interrumpiendo su funcionamiento habitual.
- Shock neurogénico: el origen está en el sistema nervioso, que a causa de una lesión deja de mandar las órdenes correctas a los órganos para que funcionen. En ocasiones no existe ninguna lesión en el sistema nervioso, sino que el shock está causado por otros factores, como por ejemplo el dolor muy intenso, que puede afectar al cerebro impidiéndole funcionar.
Creado: 2 de diciembre de 2013