Síntomas de la sífilis
Actualizado: 29 de julio de 2022
Los síntomas de la sífilis se dividen en estadios o fases. El tiempo que pasa desde que una persona se infecta hasta que hacen su aparición los síntomas es variable, pudiendo ser tan poco como tres días o tanto como tres meses, aunque lo habitual es que sea de unas tres semanas.
En esta fase de incubación la bacteria (Treponema pallidum) está en la sangre y se puede dispersar a cualquier órgano del cuerpo. Veamos con detalle los síntomas asociados a cada fase:
Sífilis primaria y síntomas
La lesión típica de esta fase es el llamado chancro sifilítico. Es una pápula (como un bultito) que no duele. Se ulcera rápidamente, y tiene un fondo limpio, sin pus, y tampoco sangra. La aparición de este chancro depende de dónde se ha producido la inoculación. Lo más frecuente es encontrarlo en los genitales externos, pero también se puede hallar en el cuello del útero, la región perianal, la boca o el conducto anal. Además del chancro, en esta fase los ganglios linfáticos se agrandan, están duros, móviles, pero no son dolorosos. El chancro desaparece por sí solo en 3-6 semanas (aunque a veces en sólo siete días y otras veces puede durar hasta tres meses). Los ganglios suelen persistir más tiempo.
Como el chancro sifilítico primario no es doloroso y desaparece solo, muchas personas no consultan por ello, a menudo por miedo o vergüenza. Además, la posibilidad de que el chancro sifilítico aparezca en partes del cuerpo como el cuello uterino o el canal anal también dificulta el diagnóstico de la sífilis en esta primera fase.
Sífilis secundaria y síntomas
Cuando han pasado entre dos y ocho semanas de la aparición del chancro (aunque este tiempo es muy variable y pueden pasar hasta seis meses), comienza la sífilis secundaria. El chancro puede haber desaparecido o no.
Lo más frecuente es una erupción en forma de manchitas rojas o rosadas de 3 a 10 mm de diámetro, que empieza en el tronco y luego se dispersa por todo el cuerpo, inclusive las plantas de los pies y las palmas de las manos. En algunas personas las manchas sólo persisten unos pocos días, pero en otros no desaparecen hasta pasados dos meses.
Son típicos de esta fase una especie de verrugas grandes llamados condilomas planos, que aparecen en zonas de pliegues. La persona infectada también puede notar malestar general, fiebre, dolor de garganta, pérdida de peso, dolor de cabeza o úlceras en la boca. En realidad, cualquier órgano del cuerpo podría llegar a afectarse.
Sífilis latente
Es el período en el que no hay síntomas, aunque sí se puede diagnosticar la enfermedad con una analítica específica. Además, en la sífilis latente precoz pueden aparecer nuevamente los síntomas de la sífilis secundaria, y en esos casos el paciente es contagioso.
La sífilis latente tardía es la que va más allá de ese primer año; en esta fase no suelen producirse contagios, salvo en el caso de las embarazadas que sí pueden infectar a su feto en el útero. Esta fase latente puede durar años, décadas, o incluso toda la vida.
Sífilis tardía o terciaria y síntomas
Esta fase actualmente es muy rara gracias a que se diagnostica a las personas afectadas en las fases anteriores, tratándolas y curándolas. Antiguamente sí era relativamente frecuente, y podemos encontrar en la literatura o el cine ejemplos de personas con un cuadro de sífilis tardía. Aparece en un tercio de las personas con sífilis latente que no reciben tratamiento.
La neurosífilis tardía puede producir una variedad de síntomas, como crisis epilépticas, demencia, infartos cerebrales, parálisis general progresiva, o afectación medular con alteraciones de la marcha y de los esfínteres. Otras veces lo que se afecta es cualquier parte del ojo, los nervios del cráneo, o el oído. La neurosífilis tardía puede simular casi cualquier enfermedad neurológica. Es por ello que los neurólogos suelen solicitar un análisis para descartar sífilis en sus pacientes, independientemente del motivo por el que hayan acudido a su consulta.
La sífilis cardiovascular consiste en la inflamación de la aorta por la bacteria de la sífilis, llegando a producirse un aneurisma de aorta. Hoy en día es muy raro llegar a esta fase.
La sífilis benigna tardía o goma sifilítica consiste en la aparición de gomas o lesiones en forma de nódulos o úlceras en diversos órganos: piel, hígado, huesos… También son actualmente una rareza, y responden bien al tratamiento antibiótico.
Creado: 24 de julio de 2015