Tratamiento de la sífilis
Actualizado: 28 de julio de 2022
El tratamiento de elección de la sífilis en todas sus fases es la penicilina G. También hay que diagnosticar y tratar a las parejas sexuales de la persona infectada.
En las fases primaria, secundaria y latente precoz, se administra una dosis única intramuscular de penicilina G. En los alérgicos se podría utilizar doxiciclina durante dos semanas.
En la sífilis latente tardía, o cuando no se sabe el tiempo de evolución de una sífilis latente, se administran tres dosis intramusculares de penicilina G, separadas por una semana. La sífilis tardía sin afectación neurológica se trata de la misma forma. En personas alérgicas a penicilina se podría utilizar doxiciclina durante cuatro semanas.
La neurosífilis se debe tratar con penicilina G intravenosa, con una dosis cada cuatro horas, durante dos semanas. En los alérgicos a la penicilina se debe recurrir a un alergólogo para desensibilizar a la persona infectada y poder administrar el tratamiento. La alternativa sería la ceftriaxona, una dosis diaria durante dos semanas, pero no existe tanta experiencia y puede conducir a un fracaso del tratamiento.
Las mujeres embarazadas se deben tratar del mismo modo según la fase de la sífilis. Si la madre es tratada de forma correcta en el embarazo, el riesgo de infección para el bebé es mínimo, pero debe ser examinado mensualmente después del parto, además de recibir tratamiento si no se ha tratado a la madre de forma adecuada al menos un mes antes del parto.
Cuando se trata la sífilis, a veces aparece un cuadro que se llama reacción de Jarisch-Herxheimer. Consiste en la aparición de una reacción febril, con dolor de cabeza y de músculos. Se debe a la muerte de las bacterias que liberan sustancias que producen inflamación. Habitualmente no es grave y se puede tratar con un antiinflamatorio como ibuprofeno o similar, y no implica que haya que suspender ni retrasar nuevas dosis del tratamiento antibiótico si fueran necesarias.
Después del tratamiento se realiza un seguimiento clínico y serológico (deben bajar los títulos de RPR o VDRL) para confirmar la curación, aunque la infección persistente y el fracaso del tratamiento no son frecuentes.
Creado: 24 de julio de 2015