Síndrome de Lynch
El síndrome de Lynch es una predisposición hereditaria que incrementa el riesgo de desarrollar ciertos tipos de cáncer, sobre todo colorrectal. Vigilar a estos pacientes es clave para detectar precozmente estos tumores.

Tratamiento y seguimiento del síndrome de Lynch

Un médico observa la radiografía de un paciente

Los pacientes con síndrome de Lynch deben someterse periódicamente a revisiones y pruebas médicas que sirven como cribado.

Por: Dr. Miguel Vacas Córdoba

Especialista en Medicina Interna del Hospital Universitario Príncipe de Asturias

Por: Dr. José Antonio Nuevo González

Especialista en Medicina Interna. Servicio de Urgencias del Hospital Gregorio Marañón de Madrid

Actualizado: 28 de junio de 2022

Dado que las personas con síndrome de Lynch tienen un alto riesgo de desarrollar diferentes tipos de cáncer, deben someterse de forma periódica a diferentes revisiones y pruebas médicas que sirven como cribado. El objetivo de éstas es diagnosticar posibles tumores de una forma precoz para poder actuar más fácilmente sobre ellos. En este sentido, se ha de seguir las siguientes recomendaciones de seguimiento en pacientes con síndrome de Lynch:

  • En estos pacientes es recomendable la realización de una colonoscopia anual o cada dos años a partir de los 20-25 años de edad, y repetirla anualmente a partir de los 40 años. En aquellas familias en las que algún miembro haya sido diagnosticado de cáncer colorrectal antes de los 20-25 años, el cribado debe comenzar a realizarse de una forma más precoz (de 2 a 5 años antes de la edad más temprana a la que se haya diagnosticado el cáncer colorrectal en la familia).

    En aquellos pacientes que desarrollan cáncer de colon se recomienda la extirpación del colon (por lo general, el recto no se extirpa) y vigilancia endoscópica anual del recto restante.
  • En mujeres con síndrome de Lynch se recomienda la realización de un examen anual a partir de los 30-35 años que incluya una exploración ginecológica completa, un ecografía transvaginal y una biopsia endometrial. Estas pruebas sirven como cribado del cáncer de endometrio y de ovario. Al igual que ocurría con el cáncer colorrectal, si algún familiar ha presentado alguno de estos tumores antes de los 30 años, las revisiones deben empezar a realizarse de una forma más precoz (de 3 a 5 años antes de la edad más temprana a la que se haya diagnosticado el cáncer de endometrio o de ovario en la familia).

    En algunos casos (mujeres con síndrome de Lynch al final de la maternidad o a partir de los 40 años) se puede plantear la extirpación en quirófano del útero o de las trompas y los ovarios de una forma preventiva para disminuir el riesgo de cáncer.
  • Se recomienda la realización de una gastroscopia a partir de los 30-35 años de edad en aquellas personas que presentan factores de riesgo para desarrollar un cáncer de estómago. Esta prueba se debe repetir de forma periódica cada dos o tres años como cribaje de cáncer gástrico.
  • Se aconseja la realización de un análisis de orina al año para un estudio de las células que se eliminan (citología) a partir de los 30-35 años. En aquellos individuos pertenecientes a familias en las que haya casos de cáncer de vías urinarias, se valorará la realización de una ecografía urológica cada 1-2 años si el médico responsable lo considera necesario.
  • Por último, se recomienda someterse a una exploración física cada año que incluya un examen neurológico y un exhaustivo análisis de la piel.

PUBLICIDAD

Colonoscopia para detectar cáncer

En aquellos pacientes con síndrome de Lynch en los que durante el seguimiento se detecta un cáncer colorrectal el tratamiento es quirúrgico. Generalmente se realiza una operación en la que se extirpa todo el colon excepto el recto, que es la parte final de éste.

Cuando el diagnóstico de cáncer colorrectal se realiza en una mujer con síndrome de Lynch se puede plantear, en determinados casos, aprovechar la cirugía de colon para extirpar el útero o los ovarios y las trompas para así prevenir la aparición de cáncer de endometrio o de ovario.

El tratamiento de otros cánceres (estómago, vía urinaria, páncreas, etcétera) va a depender de su localización y de su extensión en el momento del diagnóstico.

PUBLICIDAD

PUBLICIDAD

PUBLICIDAD