Síndrome de piernas inquietas
El síndrome de piernas inquietas es un trastorno neurológico que produce un sinfín de reacciones molestas, sobre todo en las extremidades inferiores, que hace que el afectado no pueda dejar de moverlas. Te damos consejos para controlarlo.

Síntomas y diagnóstico del síndrome de piernas inquietas

Por: Carmen Moreno

Periodista especializada en Salud, Embarazo, Infancia y Tercera Edad

Por: Esperanza López Maquieira

Vicepresidenta de la Asociación Española de Síndrome de Piernas Inquietas (AESPI)

Actualizado: 28 de junio de 2022

Hay quien esgrimía que el síndrome de piernas inquietas (SPI) era uno más de los síndromes inventados en los últimos años, sin embargo, actualmente esta enfermedad se puede diagnosticar mediante datos clínicos. No obstante, se trata de un trastorno claramente infradiagnosticado, así, desde la SEN apuntan que hasta 9 de cada 10 afectados podrían estar sin diagnosticar. Además, pueden trascurrir periodos de incluso 10 años hasta que se realiza un diagnóstico correcto de esta enfermedad.

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Estos son los cuatro criterios que deben estar presentes en el diagnóstico del síndrome de piernas inquietas:

  • Necesidad de movimiento de las piernas, que suele acompañarse de sensaciones molestas.
  • Nerviosismo motor en las extremidades inferiores.
  • Empeoramiento de los síntomas cuando se está en reposo y alivio cuando se está en movimiento.
  • Aparición de los síntomas por la tarde-noche.

Otras señales para identificar si sufres síndrome de piernas inquietas

No se trata de criterios imprescindibles; por tanto, para verificar el diagnóstico del síndrome de piernas inquietas, el especialista valora otros aspectos, entre los que se encuentran: la dificultad para conciliar y mantener el sueño, un examen neurológico normal o la historia familiar de SPI.

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Síndrome de las piernas inquietas

También es interesante que se realice una analítica para determinar si existe falta de hierro, ya que la carencia de este mineral afecta especialmente a las personas con síndrome de piernas inquietas.

Asimismo, puede resultar necesario un estudio del sueño para comprobar la presencia de movimientos periódicos en las piernas. Esta prueba se llama polisomnografía y los expertos la consideran una herramienta muy útil. Especialmente en los casos en lo que existen más dudas, ya que esta prueba aporta información adicional que puede resultar esclarecedora. Sin embargo, no es eficaz al cien por cien.

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